El 15 de octubre de 1998, la primera misión espacial dedicada al planeta Saturno fue lanzada. Cassini fue enviado al espacio con la intención de ver de cerca al misterioso planeta con anillos, tomar fotos y análisis de datos de sus anillos y lunas. La nave estaba equipada con un generador de radioisótopos, que le permitía tener su propia energía nuclear abordo y que le duraría por décadas. Esto permitió un análisis científico a distancia sin precedentes.
Cassini alcanzó su destino en el 2004, luego de un viaje de siete años a través del Sistema Solar. Cuando llegó a Saturno, inmediatamente comenzó a tomar datos. Descubrió y estudió espacios adicionales en los anillos del planeta, tormentas y patrones de remolinos en la superficie, lunas antes desconocidas e incluso evidencias de metano líquido en la luna Titán. Este mes, Cassini finalizó su misión al colapsar a propósito contra el planeta que estudió por dos décadas.
De todos los descubrimientos científicos de Cassini, hay seis en especial que son los más importantes. El blog del científico Ethan Siegel nos muestra con detalle estos seis logros de la sonda, con información de la Nasa.
1. Una tormenta polar en forma de hexágono
Aunque la misión Voyager ya nos había dado pistas, Cassini nos reveló una realidad: Saturno tiene una tormenta en forma hexagonal que arrasa violentamente y continuamente sobre su polo norte.
Esta es la primera tormenta de este tipo jamás descubierta en un planeta gaseoso. Esta tormenta surge como consecuencia de dinámicas de fluidos del planeta dentro de la atmósfera caótica de Saturno, que rota a una velocidad increíble. La tormenta es de 32.000 kilómetros de ancho. Además a diferencia de los fenómenos atmosféricos como los conocemos porque el hexágono no varía en su latitud a medida que pasa el tiempo.
2. La tormenta más grande del Sistema Solar
Además de la tormenta hexagonal, Cassini logró descubrir, en 2011, una tormenta sin precedentes. Este fenómeno emergió del hemisferio noreste del planeta, ‘abrazó’ a todo el planeta y duró por más de 200 días. Las imágenes que tomó Cassini de este espectáculo mostraron que la tormenta se movía a 100 kilómetros por hora.
3. La estructura, las ondulaciones y el relieve de los anillos
Saturno es único por muchas de sus características: de todos los planetas de conocemos es el menos denso y también el único con un set de anillos tan visible. Los anillos de este planeta están compuestos por un material parecido al hielo y no son sólidos. Están hechos por partículas en movimiento que se ‘pegan’ por un momento y se separan por fuerzas externas.
El sistema de anillos tiene tan solo 10 metros de grueso y 1 kilómetro de ancho y puede que tengan la misma edad que el planeta. Cuando se ven los anillos desde cierto punto, gracias al ángulo que hacen con el Sol, se alcanzan a ver las diminutas imperfecciones de los cristales de hielo, que producen increíbles sombras debajo de ellos mismos.
4. El misterio de Iapetus
Iapetos fue la segunda de Saturno que descubrimos, y desde siempre ha sido la más misteriosa. Tiene una cresta ecuatorial y una inclinación de orbita extraordinaria. Pero lo más raro es que es la mitad es reflexiva como el hielo, mientras que la otra mitad es 80% más oscura ¿Por qué tiene dos tonos?
Hay dos motivos, ambos descubiertos por Cassini: el hecho de que es la luna más grande de Saturno y por un fenómeno causado por otra luna del planeta. La otra luna, llamada Phoebe, orbita en una dirección distinta que las demás lunas de Saturno.
Cassini descubrió que Phoebe tiene un anillo que está hecho de desechos originados en la luna, y que es extremadamente oscuro. Además es muy disperso. Dado que los desechos circulan alrededor de Saturno en una dirección opuesta que las demás lunas, la parte externa de las lunas pueden encontrarse con los anillos y exponerse a los desechos negros. Eso es lo que pasa con Iapetus.
Como Iapetus está ‘bloqueado’ a Saturno, es decir que el mismo lado siempre mira hacia al frente durante su órbita, su frente acumula el material oscuro, y la parte trasera no.
5. El potencial de Enceladus de albergar vida en un océano ‘subterráneo’
Cassini descubrió que la luna de Saturno, Enceladus, tiene una superficie lisa, hecha de hielo brillante. Es tan brillante, que se dice que es la luna más reflectiva del Sistema Solar. Pero esta superficie lisa tiene quiebres por todos lados. Estas fisuras indican que la superficie de hielo tiene puntos débiles.
Enceladus está ubicada justo al centro del anillo E de Saturno, y no es una coincidencia: la luna es responsable por la creación del anillo.
El material de hielo debajo de la superficie de Enceladus está comprimida y calentada por el hielo encima y por las fuerzas de Saturno, lo cual crea un océano en la subsuperficie, hecho de agua líquida. Esa agua se expele tan rápidamente que escapa a la gravedad de Enceladus, así que se forma el anillo E.
La presencia de agua, calor y moléculas orgánicas, que se cree que existen en Enceladus, hacen que ella sea una de las posibles candidatas de albergar vida en el Sistema Solar.
6. Redescubrimos la Tierra
Al navegar por el Sistema Solar, la misión Voyager tomó la famosa imagen donde la Tierra se ve como un pálido punto azul. Desde detrás de la sombra de Saturno, Cassini miró hacia la Tierra y tomó esta foto. Aunque los anillos y la atmósfera de Saturno estaban iluminando, un punto de azul resaltó sobre el resto del paisaje. No era una estrella distinta, ni una luna ‘saturniana’: era nuestro hogar, la Tierra.
Imágenes: Nasa, Cassini.
