Botsuana, África, es el hogar de la población más grande de elefantes en el planeta, con un tercio del total. Pero también parece ser el lugar donde, lamentablemente, los cazadores ilegales han puesto su ojo. De acuerdo con un reporte de la BBC, se encontraron 87 cuerpos de elefantes cerca del santuario de la vida salvaje de este país en las últimas semanas. Todos los elefantes habían sido asesinados por armas de largo alcance y les habían quitado sus caras para llevarse sus colmillos.
Los cuerpos fueron encontrados por guardias aéreas que se realizan en los bordes del santuario (un popular destino turístico) por el grupo Elefantes Sin Fronteras (Elephants Without Borders) y los cuidadores del Departamento Nacional de Vida Salvaje y Parques Nacionales de Botsuana. Cuidadores y voluntarios afirmaron que estos asesinatos son los peores registrados en el continente. Algunos de los elefantes habían sido cubiertos con ramas y hojas para cubrir los crímenes. También se informó que tres rinocerontes blancos fueron asesinados en los últimos tres meses.
El portal informa que aproximadamente una tercera parte de los elefantes han sido asesinados en el continente y un 60% de la población de Tanzania ha desaparecido en los últimos cinco años. El portal Gizmodo, por su parte, asegura que aproximadamente 30.000 elefantes son sacrificados cada año por sus colmillos de marfil, que es negociado en el mercado negro a altos precios. Esto significa que aproximadamente cuatro elefantes son cazados en África por hora.
Botsuana, entre un paraíso para la vida salvaje y nuevas políticas gubernamentales
Hasta hace poco, Botsuana era considerado un paraíso de protección de vida salvaje, con patrullas militarizadas y áreas protegidas que tenían la orden de ‘disparar a matar’ en caso de ver cazadores ilegales. Pero esto no era suficiente para evitar que los elefantes fueran sacrificados por sus colmillos; el mercado negro se mantenía vivo y no había apoyo por parte de la comunidad, dice el portal The New York Times.
Así mismo, la publicación estadounidense afirma que en el mes de abril, el gobierno de Botsuana (que habría subido al poder hace poco) decidió quitarle el equipo militar –armas, protección, entre otros– al Departamento de Vida Salvaje y Parques Naturales. Así mismo, el ministro de ambiente afirmó en un comunicado que no es verdad que se hayan encontrado 87 o 90 elefantes asesinados en alguna parte del país. Además, calificó las vigilancias aéreas de “falsas y engañosas”. Hasta el momento no hay argumentos o razones por las que los vigilantes de las reservas y parques naturales fueron desarmados.
Por su parte, el grupo de Elefantes Sin Fronteras afirmó que los avistamientos de cuerpos se han reportado desde julio y que, contrario a lo que afirma el Gobierno, estos no son a causa de muerte natural, pues los elefantes habían sido despojado de sus caras (parte delantera de su cabeza) y que la mayoría de animales encontrados eran grandes y parecían tener colmillos de tamaño grande.
Imagen: Kikatani y cocoparisienne (Vía Pixabay) y Elephant Without Borders.