Un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley asegura haber descubierto algo que parecía imposible, un color jamás visto por el ojo humano. Lo han llamado “olo”, y solo cinco personas en el mundo han logrado percibirlo.
Se trata de un azul verdoso intensamente saturado, que no existe en la naturaleza ni puede reproducirse en pantallas o pigmentos tradicionales. La clave del hallazgo es una tecnología llamada Oz Vision System, que estimula selectivamente los conos del ojo mediante láseres.
El experimento no consiste en inventar un color artificialmente, sino en desbloquear una percepción que nuestros sentidos normalmente no pueden alcanzar. La técnica permite activar únicamente los conos M de la retina, encargados de captar tonos medios, como el verde.
Lo sorprendente es que, en condiciones normales, cualquier color que vemos estimula al menos dos tipos de conos. Por eso, ver uno solo de ellos activado genera una experiencia completamente nueva para el cerebro.
“El color no tiene nombre, no se parece a nada que hayamos visto antes”, explicó Ren Ng, uno de los ingenieros detrás del estudio. La sensación es comparable, dijo, a ver el rosa más brillante imaginable luego de una vida entera viendo solo colores apagados.
Humans just saw a *new* color—literally outside the known visual spectrum.
BAIR faculty and visual computing expert Ren Ng and collaborators made it possible with the Oz Vision System. 🌈👁️
Newly published in @ScienceAdvances: https://t.co/GjfBXwAZfnhttps://t.co/AUGDPFYsUh
— Berkeley AI Research (@berkeley_ai) April 20, 2025
El sistema Oz debe su nombre a la Ciudad Esmeralda del Mago de Oz, donde unos lentes verdes transformaban la percepción de la realidad. Algo similar ocurre aquí: gracias a un mapa preciso de la retina, los investigadores pueden dirigir microdosis de luz a un punto exacto del ojo.
Este tipo de descubrimiento no es solo un dato curioso. Abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo funciona la percepción humana y cómo podría ser modulada o incluso expandida. En el futuro, podría tener aplicaciones en tratamientos para el daltonismo o diagnósticos visuales avanzados.
Sin embargo, el hallazgo no está exento de polémica. Algunos expertos sostienen que no se trata de un color nuevo, sino simplemente de una versión muy saturada de un verde que ya conocemos. Otros recuerdan que la estimulación selectiva de conos ya se había hecho antes, aunque no con esta precisión.
La comunidad científica aún debate si “olo” debe considerarse un verdadero nuevo color o una ilusión creada por condiciones extremas. Pero lo cierto es que la experiencia es real para quienes la han vivido, y eso cambia las reglas del juego.
Por ahora, ver olo está limitado a laboratorios equipados con tecnología de punta. No se puede capturar en fotos, ni imprimir, ni mostrar en televisión. Es un secreto entre la ciencia y cinco pares de ojos privilegiados.
Este descubrimiento nos recuerda que el mundo visible no es todo lo que existe. La realidad puede ser mucho más amplia de lo que nuestra biología permite, y quizás estamos solo comenzando a asomarnos a sus bordes.
Imagen: Generada con IA