Un análisis de varios estudios realizado por los investigadores Max Chang e Irene Lee, del University College de Londres, y publicado en la revista científica PLoS Mental Health, pudo demostrar el impacto que tiene el uso excesivo del Internet e inteligencia artificial (IA) en el cerebro de los adolescentes.
Par empezar es importante mencionar que la adicción a Internet se define como la incapacidad de una persona para controlar su uso de Internet, lo que lleva a consecuencias negativas en su vida diaria.
De acuerdo con el estudio, los adolescentes, con su acceso fácil y frecuente a dispositivos conectados, son especialmente vulnerables a desarrollar esta adicción. Los síntomas pueden incluir aislamiento social, problemas académicos y de salud, y una serie de efectos físicos como ojos secos y alteraciones del sueño.
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Los investigadores explican que la adolescencia es un periodo crítico en el desarrollo del cerebro. Durante esta etapa, el cerebro es altamente plástico, lo que significa que es muy adaptable y puede cambiar rápidamente en respuesta a nuevas experiencias. Esta plasticidad neuronal es beneficiosa para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales y cognitivas, pero también hace que los adolescentes sean más susceptibles a influencias negativas, como la adicción a Internet.
¿Cómo los afecta?
Los investigadores entregaron un informe donde destaca la influencia de la AI en tres secciones: alteraciones en varias regiones del cerebro, relaciones específicas entre esas regiones y cambios de comportamiento y desarrollo.
Como dijimos al inicio de esta nota, la investigación incluyó el análisis de varios estudios,12 en total, que utilizaron imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI) para investigar los cambios en la conectividad del cerebro de adolescentes con inteligencia artificial. Los resultados mostraron que esta tecnología afecta varias redes neuronales.
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Por una parte está la red del modo predeterminado, la cual se activa cuando el cerebro está en reposo, es decir, cuando no estamos enfocados en el mundo exterior, sino pensando en nosotros mismos o soñando despiertos. Los estudios mostraron que la IA puede causar tanto aumentos como disminuciones en la conectividad en esta red, lo que puede contribuir a problemas con la atención y el procesamiento de la información.
También está la red de control ejecutivo, esta es la responsable de tareas que requieren atención y control, como planificar, tomar decisiones y controlar impulsos. Se observó una disminución en la conectividad de esta red en adolescentes con IA, lo que puede llevar a una mayor impulsividad y dificultades en la organización y toma de decisiones.
En tanto a la red de prominencia y vía de recompensa, que ayuda a identificar qué estímulos son importantes y merecen atención, mientras que la vía de recompensa está asociada con la sensación de placer y motivación. No se encontraron cambios claros en estas redes, aunque se cree que la AI puede influir en cómo los adolescentes perciben y buscan recompensas.
Los investigadores concluyeron que la IA afecta al cerebro de manera similar a la adicción al juego y al consumo de sustancias. Esta hipótesis fue respaldada por la revisión, mostrando que las regiones del cerebro afectadas por la AI están muy extendidas e influyen en múltiples redes, principalmente en la red del modo predeterminado, red de control ejecutivo, y la red de prominencia.
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En la primera, se observaron una mezcla de aumentos y disminuciones en la conectividad, mientras que en la segunda red las alteraciones fueron más uniformemente disminuidas.
La segunda hipótesis se centró en la importancia de las interacciones entre las redes neuronales en el desarrollo de síntomas conductuales de la AI. Los resultados apoyaron esta hipótesis, mostrando cómo la interacción entre la red del modo predeterminado, la red de prominencia, la red las alteraciones y el sistema de recompensa influye en la valoración de la recompensa, la impulsividad y la reactividad a los estímulos, todos ellos factores que pueden llevar a un uso excesivo de Internet.
Cerebro adolescente vulnerable
La vulnerabilidad del cerebro adolescente hacia la IA puede explicarse por su naturaleza en desarrollo. Durante la adolescencia, las capacidades emocionales, sociales y cognitivas crecen exponencialmente. Este crecimiento coincide con cambios en la organización anatómica y funcional del cerebro, haciendo que los adolescentes sean más sensibles a las influencias externas.
La reorganización sináptica y la respuesta a las experiencias son características distintivas del cerebro adolescente. Esta plasticidad neuronal permite una gran capacidad de adaptación, pero también puede hacer que los adolescentes sean más susceptibles a las influencias negativas de la IA. Las brechas funcionales entre las redes y la segregación inadecuada de las mismas son ejemplos de cómo el cerebro adolescente puede ser afectado por estímulos externos como el uso excesivo de Internet.
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