Avanzar en el marco regulatorio que le permitiría a los carros autónomos andar libremente por las carreteras de Europa, asegurar su correcta circulación a través de los diferentes países europeos y garantizar su convivencia segura con el resto de vehículos, son los objetivos de AUTOCITS, un proyecto liderado por la empresa española Indra, que busca facilitar la circulación de los carros autónomos en este continente.
Específicamente, las ciudades en donde se realizarán las pruebas son Lisboa, Madrid y París. Estas tres capitales conforman el llamado Corredor Atlántico, un área formada por vías consideradas prioritarias para el desarrollo de la infraestructura de transporte en el viejo continente.
Para promover la circulación de los vehículos autónomos en estos nodos urbanos, AUTOCITS desarrolló servicios inteligentes de transporte basados en sistemas cooperativos (C-ITS) que permiten la comunicación y el intercambio seguro de datos entre los vehículos, los usuarios y la infraestructura vial. Todo esto bajo los requisitos que impone el estándar de comunicaciones europeo ITS-G5.
Además de abordar los vínculos entre esa conectividad y la automatización, AUTOCITS se concentra en la seguridad vial y en los cambios de infraestructura y de centros de control de tráfico que tendrían que llevar a cabo los países involucrados en el proyecto, y otras naciones que quieran avanzar en este tema.
Es así como las tres pruebas piloto que se van a desplegar a lo largo de 2017 y 2018 probarían la relación entre carros autónomos, carros convencionales y centros de control, y a partir de esto se elaborarían recomendaciones sobre dicha integración, ya que actualmente no existe un estándar a nivel europeo y las normas de cada país tienen distinto grado de madurez, siendo España y Francia los más adelantados.
Por ejemplo, en el caso de Madrid, está previsto probar el envío directo de información desde el centro de control a los vehículos (I2V), para notificar puntos potencialmente peligrosos como obras en la vía, presencia de un vehículo de emergencia lento o estacionado, así como alertas por condiciones meteorológicas. En Lisboa, se notificará información similar con advertencias y ubicaciones peligrosas, pero utilizando la comunicación V2X entre el vehículo y cualquier objeto o dispositivo conectado, en este caso, un segundo vehículo ‘instrumentalizado’.
En París, además de los avisos sobre situaciones peligrosas, se notificarán las congestiones vehículares y se contribuirá a gestionarlos, ofreciendo información sobre la velocidad y los carriles recomendados, utilizando la comunicación I2V desde el centro de control a los vehículos autónomos.
Este 23 de noviembre ocurrirá la primera reunión del consorcio encargado de llevar a cabo las pruebas. Durante la reunión también se realizará una ponencia en el marco del evento ‘Tecnologías para una movilidad segura, accesible y sostenible’, que organiza el Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid.
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