Quien haya visto la película, que en Latinoamérica tradujeron como ‘Misión Rescate’, ganadora de dos Globos de Oro y nominada a siete premios Oscar, recordará que Mark Watney, un científico que se queda atrapado en Marte, interpretado por Matt Damon, sobrevive cultivando papas en el árido planeta. Bien, un grupo de astrobiólogos peruanos, con ayuda de la NASA, busca emular en la realidad lo hecho por Watney en la ficción: sembrar papas en el planeta rojo.
Hace dos años comenzaron una investigación, en colaboración con la NASA y el Centro Internacional de la Papa, que cuenta con un banco genético de la mayor cantidad de variedades de papa en el mundo, que buscaba continuar un proyecto realizado en Emiratos Árabes, en el que querían desarrollar un tipo de agricultura en zonas en las que el suelo está tan destruido que es imposible cultivar.
Julio Valdivia, presidente de la Sociedad Científica de Astrobiología de Perú, dijo durante el Segundo Congreso Lationamericano de Astrobiología, que se desarrolló en la Universidad Nacional de Colombia, que eligieron a la papa porque tiene más de 4.500 especies y es un organismo vegetal que puede crecer en diversos ambientes de la Tierra, como costas, sierras, selvas y montañas.
Para los primeros estudios eligieron 64 especies de papa por su capacidad de crecimiento en zonas semidesérticas. Llevaron a Lima 800 kilos de tierra del desierto de las Pampas de la Joya, en el norte de Perú, para realizar los estudios. Luego de sembrarlas, notaron que solo cuatro desarrollaban tubérculos en ese tipo de tierra: tres de ellas identificadas con códigos y una conocida Tacna, que se da en la frontera entre Chile y Perú, todas de características similares a la papa criolla, explica un texto publicado en Unimedios.
Luego de terminar esa fase, construyeron un biorreactor para emular la atmósfera de Marte, con una presión atmosférica similar, un 95% de dióxido de carbono, un sistema para bajar la temperatura a menos 10 grados centígrados y lámparas para simular la radiación e imitar situaciones del día y la noche marcianas.
Valdivia asegura que las cuatro especies que pasaron la primera prueba también son aptas para sobrevivir en Marte. Estas variedades del tubérculo se están sembrando en las zonas áridas de Bangladesh, con muy buenos resultados.
Ahora, en la siguiente fase, los científicos se apoyarán en nanotecnología para mejorar las condiciones del suelo y están estudiando la posibilidad de enviar una misión robótica al planeta rojo para realizar los primeros cultivos y estudiar el crecimiento de la papa en las condiciones reales.
Vivir en Marte está cada vez más cerca
Además del estudio de cultivos de papa en Marte, la NASA ya está trabajando en las viviendas que podrían construirse allí. Para ello, en 2014 lanzó una competición para que las personas presentarán modelos de casas marcianas.
El concurso consiste en encontrar soluciones tecnológicas para construir edificios habitables que se adaptaran a las difíciles condiciones de Marte y presentarlas en modelos impresos en 3D, el ganador se llevará 2,5 millones de dólares.
Recientemente la NASA presentó los cinco modelos finalistas, elegidos por ellos y por la Universidad Bradley de Peoria, en Illinois, Estados Unidos, que recibirán se reparten una bolsa de premios de 100 mil dólares y continúan en la fase final de la competencia para construir sus modelos a escala en 3D y definir allí el ganador.