La escena es común. La familia está sentada en la mesa de un restaurante. El niño pequeño está sumergido en la pantalla de su tableta, mientras papá y mamá disfrutan del silencio. Quién los culpa: los dispositivos móviles se han convertido en una vía rápida para que los más pequeños estén tranquilos en esos momentos en los que se necesita que lo estén; y si de paso están ejercitando sus pequeñas mentes con una buena app educativa, mejor.
Pero un equipo de investigadores publicó un comentario en la revista ‘Pediatrics’ –que conocimos a través de The Guardian– en el que cuestiona la conveniencia de esta práctica. Según un comunicado de prensa, los científicos plantean que “el impacto que están teniendo los dispositivos móviles en el comportamiento y desarrollo de los niños es relativamente desconocido“. Especialmente cuando se trata de menores de dos años, las investigaciones son escasas y poco concluyentes, y existe la preocupación de que tengan consecuencias negativas.
“Si estos dispositivos se convierten en el método predominante para calmar y distraer a los niños pequeños, ¿serán capaces de desarrollar sus propios mecanismos de autorregulación?“, se preguntan los científicos. Además, el tiempo que las pantallas ocupan en la vida de los pequeños es tiempo que se deja de invertir en construir relaciones con otras personas, lo que podría retrasar el desarrollo de muchas de las habilidades se construyen a través de las relaciones interpersonales.
Entre otras habilidades, el juego y las relaciones con otras personas contribuyen al desarrollo de la empatía y de habilidades sociales, al igual que a la solución de problemas. Además, las actividades en las que se usan las manos, que también están siendo reemplazadas por el uso de móviles, “son importantes para el desarrollo de habilidades sensomotoras y visomotoras, que son importantes en el aprendizaje y aplicación de las matemáticas y las ciencias“, según la doctora Jenny Radesky, profesora de pediatría de la universidad de Boston.
Sin embargo, tampoco se trata de impedir el acceso de los más pequeños a los dispositivos móviles. Hay indicios de que, en un ambiente controlado y con niños en edad preescolar, los libros interactivos y las aplicaciones para leer contribuyen al desarrollo del lenguaje. Lo más importante, según los investigadores, es conocer las apps que los niños y las niñas usan, y acompañarlos mientras las utilizan. Esta práctica, aseguran, “mejora su valor educativo“.
Si esto no es un buen indicio, quizás sea buena idea revisar cómo manejan el tema los presidentes de las grandes tecnológicas. Steve Jobs alguna ve le contó a Nick Bilton, un reportero de The New York Times, que no permitía que sus hijos usaran el iPad, y otros tecnólogos de alto perfil también tienen reglas inusualmente estrictas acerca de lo que sus hijos pueden hacer o no con sus dispositivos. “Quizás estos ejecutivos saben algo que el resto de nosotros no sabe“, escribe Bilton.
Imagen: Wayan Vota (vía Flickr)
Yo les dejo esto por aquí: http://www.nytimes.com/2011/10/23/technology/at-waldorf-school-in-silicon-valley-technology-can-wait.html
Yo les dejo esto por aquí: http://www.nytimes.com/2011/10/23/technology/at-waldorf-school-in-silicon-valley-technology-can-wait.html
Eso era algo obvio! A estos niños que les dan de navidad una tablet cuando el pequeño tiene menos de dos años que piensan los padres de hoy. Es logico que esto obstruya su desarrollo.
Eso era algo obvio! A estos niños que les dan de navidad una tablet cuando el pequeño tiene menos de dos años que piensan los padres de hoy. Es logico que esto obstruya su desarrollo.