Si eres como yo, básicamente necesitas tener música en tus oídos casi todo el tiempo. Como si lleváramos una banda sonora de la vida, vamos por ahí moviendo la cabeza, tarareando, haciendo ‘air guitar’ o ‘air drums’ y hasta, en algunos casos, bailando solos con la música que ponemos en nuestros audífonos. Andar con música hace más sencillo todo. Por ejemplo, un viaje en transporte público es mejor si la música nos hace olvidar que estamos ‘estripados’ en medio de desconocidos y la persona que va al frente huele de una forma muy particular.
Pero, sin duda, también sirve para concentrarse en el trabajo. ¿Cuántas veces has estado lleno de cosas por hacer y, para desconectarte de todo y ponerte a trabajar en forma, te pones los dos audífonos y te pierdes en tu música favorita? Y funciona muy bien, tanto que un estudio hecho en 1994 con 50 cirujanos de entre 31 y 61 años sugiere que los que escucharon música durante una operación fueron más eficientes, precisos y veloces en su labor.
Además, otro estudio, hecho con 56 personas (41 hombres y 15 mujeres), asegura que las que trabajan en silencio son menos productivas y más lentas en hacer su tarea. Además, los que escuchan música mientras trabajan presentan un mejor estado de ánimo.
Una canción para cada momento
Pero no toda la música funciona igual. Hay que saber elegir la música para cada momento, precisamente como en una banda sonora. Por ejemplo, esa canción de tu banda favorita o la última más popular sirven mucho para amenizar un trayecto en transporte público, pero no funciona para concentrarse, porque estarás distraído tarareando la letra, buscando la parte que más te gusta o bailando en la silla, o donde sea, como si fueras parte del video de ‘Happy’, la canción de Pharrell Williams.
La música con letra, a menos de que sea ininteligible para ti, no ayuda a la concentración. El ser humano está diseñado para identificar otros humanos de cualquier manera. Por eso vemos rostros en cosas inanimadas o le prestamos mucha atención al sonido de una voz, hasta que se vuelve irritante si queremos concentrarnos en otra cosa. Esto a menos de que las voces sean tantas que se vuelvan murmullos, ruidos que no se pueden entender y, por tanto, no distraen y, por el contrario, pueden ayudar a aumentar el rendimiento, como sugiere otro estudio.
Podrías pensar en escuchar música clásica como una buena solución. Sin embargo, puede que, debido a que muchas de las piezas que encuentras son sumamente melódicas y relajantes, te quedes dormido sobre el computador. Necesitas algo que te estimule.
Pero no te vayas al otro extremo. Ese metal con voces guturales, baterías veloces y guitarras ruidosas tampoco te ayudará. Un estudio indica que los sonidos fuertes afectan la capacidad de procesar información. Los ruidos bajos y moderados, por el contrario, aumentan la productividad y creatividad. Entonces, lo que necesitamos es algo que combine, de forma equilibrada, sonidos suaves y fuertes, sin cambios bruscos que también distraigan.
La música perfecta para concentrarse
¿Cuál es la música que cumple con todos esos requisitos para garantizar la concentración? Fácil: la de los videojuegos. No tiene letra ni voces humanas, salvo excepciones, en las que las voces aparecen esporádicamente, haciendo ruidos onomatopéyicos o coral (como cantos de monjes tibetanos, por ejemplo) o son initeligibles, como el simlish de ‘Los Sims’, que no se entiende y, por tanto, no nos distrae, como destaca Popular Science.
Además, las bandas sonoras de los videojuegos tienen partes líricas y suaves, que avanza en crescendos suaves y nos llevan a las partes más rápidas y emocionantes sin percatarnos. Mantiene el equilibrio entre sonidos suaves y fuertes, sin hacer el cambio de forma abrupta. Además, puede llevar ritmos de trabajo. Puedes, por ejemplo, comenzar escribiendo suave, porque la canción arranca así, e ir acelerando a medida de que la música lo hace, lo que ayuda a la productividad.
https://youtu.be/XbNxn_qTCos
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Popular Science asegura que la música de los videojuegos está diseñada precisamente para que el jugador se concentre en las tareas y misiones asignadas, sin distraerse o, en muchos casos, sin prestar atención a lo que está escuchando. El fondo musical se convierte en un adorno ambiental que en realidad está ayudando a realizar la labor necesaria para avanzar en el juego. Por ejemplo, la música de ‘Los Sims’, aunque tiene voces en simlish, está hecha para que realices tareas aburridas y monótonas, como llevar a tu personaje al baño, cocinar o pintar una pared.
Con todos esos detalles, queda claro que lo mejor que puedes hacer cuando estás lleno de trabajo, necesitas estudiar o, incluso, leer, y necesitas concentración es ponerte los audífonos y buscar una lista de reproducción de videojuegos o el soundtrack de tu videojuego favorito para encontrar ese estado de calma mental que necesitas.
Aunque Popular Science no lo establece, por experiencia propia debo decir que funciona de la misma manera la banda sonora de películas de acción o aventura, especialmente las épicas. Por ejemplo, la música de ‘Piratas del Caribe’ o de ‘El señor de los anillos’ tienen muchas similitudes con las de videojuegos y ayudan a mantenerse concentrado.
Como consejo: a menos de que te lo pidan, no pongas tu música a todo volumen, puede ser molesto y distractor para alguien, por más que le expliques que es una banda sonora para concentrarte. Tampoco quisieras encontrarte con un reguetón de Maluma mientras intentas trabajar juiciosamente. También evita tararear, cantar o tocar batería en el escritorio: puedes hacerlo muy bien, pero distrae y molesta a tus compañeros.
Imágenes: Nortonrsx (vía: iStock)
