Las expresiones faciales son fundamentales en la comunicación. Un gesto puede delatarnos si estamos diciendo una mentira con palabras, por ejemplo. Es tan importante, que los jugadores de póquer profesional las aprenden a leer para saber qué juego tiene el contrario y también las aprenden a manejar para engañar.Si pensamos en las expresiones faciales como detectores de mentiras, podríamos cambiar aquella frase femenina de que “los gemidos mienten, la humedad no” a “los gemidos mienten, tu cara no”. Sin embargo, estudios observacionales hechos hasta ahora indican que las caras de dolor y de placer sexual son indistinguibles. Pero, ¿es cierto? ¿Cuando uno tiene sexo con su pareja, queda más perdido que la mamá del Chavo con la cara que está haciendo?
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Podríamos iniciar, gustosos, un experimento científico al respecto, pero ya se nos adelantaron psicólogos de la Universidad de Glasgow, en Escocia. Allí realizaron una investigación, basada en matemáticas, sobre la diferencia entre las expresiones faciales del dolor y el orgasmo, y su percepción, tanto para asiáticos como para occidentales. Los resultados fueron publicados en la revista científica Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS, por las siglas en inglés de Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America).
Había una vez un asiático y un occidental viendo caras…
Ellos usaron un generador de movimientos faciales, que seleccionaba un grupo de expresiones matizadas de una muestra de 42 modelos. Por ejemplo, el generador tomaba unos ojos abiertos, una boca entrecerrada y una mandíbula caída para armar una expresión completa. Esos conjuntos aleatorios fueron puestos en caras fotorrealistas, que producían animaciones rápidas y que fueron mostrados a 80 participantes, 40 de cada cultura (asiáticos y occidentales), divididos en 20 mujeres y 20 hombres. Cada uno de ellos tuvo que ver 3.600 de esas animaciones. De cada una debían decir si se trataba de orgasmo, dolor u otra. Además, tenían que establecer si la intensidad del sentimiento percibido era muy débil o muy fuerte. Luego, combinaron los resultados y reunieron a un grupo diferente de 104 personas, 26 hombres y 26 mujeres de cada grupo cultural. A cada uno de ellos le mostraron una expresión facial de una persona del sexo opuesto para que eligieran si expresaba dolor o orgasmo, y qué tan bien lo hacía.Al analizar los resultados, los investigadores concluyeron que, contrario a los que decían los estudios previos, las personas pueden diferenciar entre una expresión de orgasmo y una de dolor. Sin embargo, hay una diferencia entre asiáticos y occidentales: mientras que las expresiones de dolor son parecidas en las dos culturas, las de orgasmo son diferentes en cada una.Esto hace que surjan dudas de si la cultura influye en la manera en la que usamos nuestras expresiones faciales para comunicarnos y en la forma en la que las percibimos. En todo caso, aquí o en China, un orgasmo es un orgasmo y pegarse en el dedo chiquito del pie con el borde de una mesa, es un dolor el hi…Imágenes: PNAS