ThinkOrbita, una startup estadounidense, construiría una fábrica espacial en nuestra órbita terrestre baja para eliminar y reciclar desechos espaciales y fabricar productos farmacéuticos. ¿Cómo funcionará?
La compañía cerró a principios de este año, dos contratos de investigación con la Fuerza Espacial de Estados Unidos por un valor de 260.000 dólares para desarrollar su proyecto de servicio, ensamblaje y fabricación en el espacio.
Con esta estructura espacial los investigadores y desarrolladores de este proyecto pretenden que también sirva para eliminar y reciclar desechos espaciales, ofrecer servicios de satélites, misiones de investigación, almacenamiento, turismo espacial y fabricación de fibra óptica, chips informáticos de alta velocidad o productos farmacéuticos,
“Esta plataforma puede ser para fabricación, vivienda humana, aplicaciones militares y demás. Y la buena noticia es que no tenemos que modificar ninguna ley física para que esto suceda”, dijo Coronel Lee Rosen, ex vicepresidente de SpaceX, que se convirtió en asesor de ThinkOrbital la semana pasada.
El proyecto contaría con tecnologías que ya existen, pero que según el ejecutivo tendrían que rediseñarse. Una de ellas, por ejemplo, son los brazos robóticos andantes que se han utilizado en el espacio durante décadas para moverse a sí mismo y a los módulos pesados alrededor de la Estación Espacial Internacional
(ISS).
“Los requisitos de ingeniería del brazo ThinkPlatform son más bajos que los de los brazos ISS porque no hay necesidad de atrapar vehículos de 10 toneladas que vuelan libremente”, dice la startup.
Además contarían con la tecnología de soldadura por haz de electrones en el espacio, que ha sido utilizada por los soviéticos en los años 80. Rosen, señala que, aunque saben que funciona quieren hacer demostración de vuelos “para tener los datos de primera mano”.
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Según, ThinkOrbital, este es el mejor método de soldadura, con la mayor resistencia de las soldaduras y la zona afectada por el calor más pequeña. Puede soldar 30 cm de acero en una sola pasada, con una eficiencia energética superior al 90%.
La fábrica funcionaria, por ejemplo, con satélites pequeños que saldrían y recolectarían desechos, los traerían de regreso a una ubicación central, los procesarían; para luego convertirlos en combustible o sacarlos de órbita.
“Podríamos procesar desechos en ese centro y convertir el aluminio en polvo que podría usarse como combustible para naves espaciales”, explica Rosen .
La compañía espera poder trabajar con la Fuerza Espacial como una de las organizaciones interesadas en la fabricación en el espacio.
Imagenes: ThinkOrbita