Si hablamos de seres superpoderosos, seguramente lo primero que llega a la cabeza son héroes creados en cómics de Marvel, DC, Dark Horse o cualquier otra editorial. Sin embargo, la naturaleza tiene su propia versión, aunque microscópica: los indestructibles tardígrados, también conocidos como osos de agua.
¿Por qué decimos que son superpoderosos? Porque los tardígrados son extremófilos, es decir, organismos capaces de sobrevivir en condiciones extremas, que serían mortales para cualquier otro ser vivo, como calor extremo, fríos cercanos al cero absoluto, presiones muy altas, radiación, altas concentraciones de ácido, falta de agua y ausencia de oxígeno, entre otras.
Por esa razón, los tardígrados son de los pocos (sino es que los únicos) seres vivos que pueden sobrevivir en el espacio, sin trajes o ayudas tecnológicas especiales. De hecho, seres como estos podrían ser los extraterrestres que habitan otros planetas, como Marte.
Hay vida en la Luna
Tardigrades on the Moon be like: pic.twitter.com/zBs2BtDHq4
— Arch Mission Foundation (@archmission) August 6, 2019
Ahora todo parece indicar que la Luna también tendría vida extremófila, pero foránea. Todo gracias a la sonda israelí Baresheet –propiedad de la organización sin ánimo de lucro SpaceIL, como parte de su Fundación Arch Mission–, que estaba destinado a ser el primer módulo lunar privado en llegar al satélite natural y llevaba, entre otras muchas cosas (como una cápsula de tiempo con 30 millones de páginas de datos y muestras de ADN de distintas especies) una carga de de miles de tardígrados, que habían sido deshidratados y encerrados en ámbar artificial o en una cápsula hermética hecha de una cinta polímida conocida como Kapton, de acuerdo con BBC.
Sin embargo, esta misión que iba a ubicar a Israel como el cuarto país (después de Estados Unidos, Rusia y China) en llegar a la superficie lunar, presentó fallos en su sistema de comunicación, en el giroscopio y en el motor principal durante la secuencia de aterrizaje, el 11 de abril, se perdió contacto con ella y terminó por estrellarse, como notificó en su momento el portal New Scientist.
Lee más sobre el espacio en este enlace.
About the Tardigrades in the Lunar Library: Some are sealed in epoxy with 100 million human, plant and microorganism cells. Some are encapsulated onto the sticky side of a 1cm square piece of Kapton tape that is sealed inside the disc stack. They cannot reproduce on the Moon.
— Nova Spivack (@novaspivack) August 6, 2019
Después del accidente, Nova Spivack, fundador de Arch Mission, reunió a un grupo de asesores para determinar si había sobrevivido al accidente la cápsula del tiempo, que tiene el tamaño de un DVD, hecho con 25 láminas de níquel. Todo parece indicar que sí, que estaría intacta en la Luna, gracias a las capas de resina y ámbar en las que pusieron el ADN y a los tardígrados, según la revista Wired.
Además, es casi seguro que los tardígrados que viajaban en la sonda sigan vivos, aunque en un estado de animación suspendida, del que pueden ser revividos dentro de algunos años. Los científicos han logrado que osos de agua deshidratados durante 10 años se reanimen, con solo ponerlos en agua de nuevo.
Esto significa que, aunque están en la Luna, los tardígrados no podrán reproducirse ni poblar la superficie lunar, con los estragos que eso podría significar, porque necesitan agua para volver a la vida. Lo que se puede hacer es recolectarlos, traerlos a a la Tierra, reanimarlos y estudiarlos para saber qué efectos les causó estar en el satélite lunar.
Imágenes: Dottedhippo (vía: iStock).