Las propiedades medicinales de la marihuana son conocidas. Por ejemplo, se sabe que tiene distintas propiedades, como analgésicas y antiinflamatorias, entre otras, que la hacen ideal, o al menos los productos hechos con ella, llamados cannabinoides, para el tratamiento o reducción de algunos síntomas y enfermedades como, por ejemplo, el dolor causado por el Sida o los efectos secundarios de la quimioterapia.
Sin embargo, todavía hay científicos que están investigando la planta para conocer con mayor profundidad todas sus propiedades medicinales y los expertos colombianos no son la excepción.
Recientemente, Ariette del Pilar Gómez, estudiante de maestría de Neurociencias de la Universidad Nacional de Colombia, reveló algunos resultados de una investigación sobre las propiedades antioxidantes del cannabidol, uno de los componentes principales de la planta, en peces dorados expuestos a clorpirifós, un plaguicida ampliamente usado en Colombia, que causa efectos negativos en estos animales.
“Hasta el momento se desconoce la relación entre las especies reactivas de oxígeno y las enfermedades neurodegenerativas; las investigaciones muestran que el estrés oxidativo juega un papel fundamental exacerbando su progresión, por lo que es importante buscar opciones terapéuticas que frenen ese avance”, indicó Gómez, citada en un artículo publicado en la página de la agencia de medios de la Universidad Nacional.
Los peces dorados son como nosotros
De hecho, eso es lo que ella busca con su investigación con peces dorados, a los que usa por sus similitudes moleculares y químicas con las del ser humano. Para realizar el estudio, Gómez aclimató a los animales por cuatro semanas. Luego de eso, los distribuyó en cuatro acuarios de experimentación.
Al primer grupo de peces no se le suministró cannabidol ni se expuso a clorpirifós. Al segundo grupo solo se le expuso al plaguicida para comprobar sus efectos negativos. El tercer grupo fue sometido a un monitoreo para conocer los efectos de la sustancia que se usa como vehículo para que el cannabidol esté dentro de los peces. Al cuarto grupo se le suministró una dosis de 5 miligramos de cannabidol por cada kilogramo que pesa el animal.
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En todos los casos, salvo el del primer grupo, la investigadora agregó 3,5 microgramos de clorpirifós por cada litro de agua y la dejó allí por 96 horas, al final de los cuales extrajo la cabeza de los peces para medir la producción de isoprostanos, un compuesto que sirve como marcador biológico para estudiar el estrés oxidativo y comprobó que el nivel de los isoprostanos aumentó en los peces que fueron expuestos al plaguicida.
Mientras tanto, los peces que fueron expuestos a clorpirifós y cannabidol, mostraron una disminución considerable en los niveles de isoprostanos, respecto a los otros peces expuestos al plaguicida y así comprobó que el cannabidol reduce los efectos oxidantes del clorpirifós.
La investigadora explicó que las propiedades antioxidantes del cannabidol reducen el estrés oxidativo de las células, que es uno de los causantes del envejecimiento y muerte celular, debido a que genera cambios estrucuturales y funcionales en las células. Ese estrés también produce el deterioro de los tejidos en los organismos y favorece tanto el envejecimiento como la aparición de cáncer, Alzheimer y Parkinson. Esto comprueba que el cannabidol o, mejor dicho, el uso medicinal de la marihuana, puede considerarse un neuroprotector que ayudaría a prevenir esas enfermedades.
Imágenes: Shidiobvski (vía: iStock).
