El hombre, desde hace varias décadas, se ha dado a la tarea de conocer qué hay afuera de nuestro planeta. Para lograrlo, las diferentes agencias espaciales del mundo gastan recursos y esfuerzo en desarrollar misiones para explorar el espacio exterior.
Muchas de esas misiones se centran en desarrollar tecnología de punta que explore el cosmos. Otras han sido pensadas para llevar a seres humanos fuera del planeta, ya sea para probar distintos comportamientos del cuerpo en las difíciles condiciones del espacio exterior, para hacerles mantenimiento a los equipos en órbita, como la Estación Espacial Internacional, o para hacer exploraciones, como las misiones Apolo que buscaban llevar seres humanos a la Luna y que, finalmente, ubicaron a Neil Armstrong en la historia como el primer hombre en pisar la superficie de nuestro satélite natural, el 21 de julio de 1969.
Esos viajes humanos fuera de nuestro planeta comenzaron con el ruso Yuri Gagarín, el 12 de abril de 1961, fecha en la que se convirtió en el primer hombre en salir de la Tierra. Gagarín dio paso a muchos otros astronautas que vinieron después, como Armstrong, que, metidos en sus trajes blancos, se enfrentan a la inmensa oscuridad y hostilidad que hay en el espacio para realizar caminatas para cumplir las misiones que nos ayudan a entender de la forma más profunda posible ese inmenso misterio que llamamos Universo.
Ahora todo tiene sentido…
Aunque no fueron siempre de ese color, las mentes curiosas seguramente se han preguntado ¿por qué los trajes de los astronautas son blancos? Bueno, la Nasa en un artículo publicado en su página nos da la respuesta:
Primero cabe aclarar que no siempre usan trajes blancos (los hemos visto en trajes naranja, como el de Gagarín, por ejemplo); solo cuando realizan caminatas espaciales fuera del transbordador espacial, la Estación Espacial Internacional o sobre la mismísima Luna, los astronautas usan ese color porque, como allá afuera prima el negro, los otros astronautas pueden ver a sus compañeros gracias al contraste de ambas tonalidades.
Pero la Nasa nos da un detalle extra: durante las caminatas, los astronautas van en parejas, uno de los dos tiene rayas rojas en su traje para que sus otros compañeros, que no deben salir porque están monitoreando que todos salga bien, distingan entre uno y el otro.
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Pero hay razones más funcionales, profundas y vitalmente importantes, que también explica la Nasa: el blanco refleja el calor y la radiación de los rayos solares, lo que ayuda a que los astronautas estén frescos y protegidos mientras realizan sus caminatas espaciales. Lo curioso es que, como el espacio es un lugar helado, también tienden a enfriarse, especialmente en las manos, por lo que sus guantes tienen calentadores.
Y así se acaba el misterio. Ya sabemos que no es una razón estética que hace que los astronautas luzcan más geniales, tampoco es que alguien haya dicho que el blanco es más bonito o que hayan hecho una votación en la que ganó ese color. Como pasa con casi todo en el entorno científico, especialmente en lo que se refiere a la exploración espacial, hay razones de peso, funcionales y lógicas. Ya tienes otro dato coctelero para ser el centro de la fiesta. De nada.
Imágenes: 1971yes (vía: iStock)