Nasa lanzó este jueves un modelo de platillo volador inflable que entraría a la atmósfera de Marte. Si Low-Earth Orbit Flight Test of an Inflatable Decelerator ( LOFTID) pasa la prueba, podrá usarse para llevar a personas, experimentos y equipos de misiones tripuladas al ‘planeta rojo’.
En los próximos días, NASA estará monitoreando esta tecnología que podría usar en el futuro no sólo para explorar Marte sino Venus o Titán, una prometedora luna de Saturno en la que los científicos creen que podrían darse las condiciones para algún tipo de vida.
El tamaño de LOFTID podría adaptarse para que aterrizaran en Marte grandes misiones robóticas y tripuladas; también para traer a la Tierra cargas más grandes. Este vehículo tiene un escudo de seis metros de diámetro diseñado para esta primera prueba.
Te puede interesar: NASA fabricaría ladrillos de polvo lunar para construir en la Luna
El objetivo es que el platillo volador inflable se despliegue en las capas altas de la atmósfera de Marte, permitiendo que la nave espacial desacelere antes y esté sometida a temperaturas más bajas que las que tienen que soportar en la actualidad los sistemas que se mandan al cuarto planeta del Sistema Solar.
El prototipo despegó este jueves desde el puerto espacial de Vandenberg (California) a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance que también pondrá en órbita el satélite Joint Polar Satellite System-2 (JPSS-2) en otra misión totalmente distinta. Este último es utilizado por el Instituto del Océano y la Atmósfera (NOAA) para estudiar el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.
Una vez se desprenda el satélite meteorológico, LOFTID será liberado también para que ensaye la maniobra de reentrada y descenso a la Tierra. Es de aclarar que la prueba se hará en la órbita terrestre, y ensayará la tecnología entrando en la atmósfera de nuestro planeta, menos complicada que la marciana.
Te puede interesar: NASA publica devastadora ‘involución’ climática de la Tierra
Cuando una nave espacial entra en una atmósfera, las fuerzas aerodinámicas actúan sobre ella y le ayudan a reducir la velocidad, convirtiendo su energía cinética en calor. Pero la atmósfera marciana es mucho menos densa que la que tenemos en la Tierra, lo que supone un reto para esa desaceleración aerodinámica.
NASA ha explicado en un comunicado que la atmósfera marciana es suficientemente densa como para ofrecer algo de resistencia, pero no permite que la nave pierda velocidad tan rápido como lo hacen las naves que entran en la atmósfera terrestre. Por ello, la capa aerodinámica desplegable de LOFTID, una estructura inflable protegida por un escudo térmico flexible, actúa como si fuera un freno gigante mientras atraviesa la atmósfera marciana.
Su diseño permitirá que el platillo volante comience a perder velocidad en las partes más altas de la atmósfera, de modo que desacelera antes y a mayor altitud, mientras experimenta un calor menos intenso. Según la NASA, en lugar de desacelerar la velocidad hipersónica (25 veces más rápido que la velocidad del sonido), el descenso se produciría a una velocidad de sólo 900 kilómetros por hora.
En la prueba que se hará esta semana, se transmitirán datos en tiempo real, y los sensores y cámaras recogerán más información que será recuperada una vez se produzca la reentrada. El plan es que LOFTID despliega un paracaídas para que aterrice de forma controlada en el Océano Pacífico y pueda ser recuperada.
NASA apunta a que esta demostración de tecnología suponga “una revolución” en la estrategia como se mandan equipos a planetas del Sistema Solar que tienen atmósferas.
Imagen: NASA