Sin lugar a dudas, nuestra huella de carbono es una de las mayores causas de que el calentamiento global esté afectando al planeta y a todos los seres que lo habitamos. Estar conscientes del impacto ambiental que la cantidad de gases de efecto invernadero que generamos causa es un buen primer paso, pero hay que hacer algo con esa información para reducirlos y ayudar a solucionar el problema.
Nadie mejor que un grupo de científicos para crear conciencia sobre este asunto y decirnos exactamente qué hacer para reducir nuestra huella de carbono. Mejor todavía si lo hacen mediante el ejemplo. Eso, precisamente, es lo que está haciendo un grupo de ellos que, conscientes del daño que le están haciendo al planeta, decidieron crear una iniciativa, llamada No Fly Climate Sci, que tiene una página web creada por el doctor Peter Kalmus, científico climático de la Universidad de Los Ángeles, en California (Estados Unidos).
Esa iniciativa reúne a más de 200 científicos y académicos que se dieron cuenta de la gran huella de carbono que dejan sus múltiples viajes anuales a conferencias y otros eventos, y han decidido no volar o volar menos desde 2017, como señala el sitio web de Science Magazine.
Así que, como informa esta publicación, muchos de estos científicos han optado por solicitar realizar sus presentaciones, ponencias o charlas de forma remota. En algunos casos, los organizadores de los eventos han estado de acuerdo, pero también hay algunos que no y, entonces, muchos de los científicos prefieren rechazar las invitaciones, lo que reduce muchísimo su cantidad de vuelos anuales y, por tanto, su huella de carbono.
Todos podemos seguir el ejemplo
Como se explica en la página web de la iniciativa, estos científicos están “experimentando con tener vidas y carreras exitosas y satisfactorias sin volar” y esperan que esta iniciativa cambie la cultura de vuelo, haciendo que las instituciones en el mundo planteen políticas y estrategias que ayuden a volar menos. Además, esperan que, de esta forma, se aumente la conciencia sobre el impacto climático de volar frecuentemente, no solo dentro de la comunidad científica, sino en todas las personas.
Pero, para reducir nuestra huella de carbono y seguir el ejemplo de estos científicos, tenemos que adaptarlo a nuestra propia realidad. Muchos de nosotros no volamos la misma cantidad de tiempo que estos científicos, así que, para reducir nuestra huella no podemos hacer como ellos y rechazar una considerable cantidad de viajes. Los pocos que tenemos, los aceptamos sin pensar. Nadie nos juzgará por eso.
Lee más sobre teletrabajo en este enlace.
La adaptación más inteligente de esta iniciativa es ver que ellos prefieren teletrabajar. En su caso, hacer parte de un evento de forma remota, mediante una herramienta tecnológica. En nuestro caso, podríamos tomar ese mismo ejemplo y hacerlo parte de nuestra vida.
Si la labor de la empresa para la que trabajamos lo permite, los jefes y los empleados pueden negociar planes semanales para realizar tareas desde la casa (por ejemplo, dos días a la semana teletrabajo y los otros tres en la oficina) o hacer reuniones mediante Skype u otros sistemas similares, y de esa forma ahorramos viajes en transporte, que quizá es uno de los mayores generadores de nuestra huella de carbono, además de que ayuda a descongestionar la movilidad en la ciudad, a reducir la contaminación y a que el sueldo llegue con más vida a fin de mes.
Imágenes: AlexeiPetrov y MonstArr (vía: iStock).