Esta “mantequilla” podría contener menos de 0,8 g de CO2 equivalente por caloría. La huella climática estándar de la mantequilla de leche de vaca sin sal con un 80 % de grasa es de aproximadamente 2,4 g de CO2 equivalente por caloría. La hace una empresa respaldada por Bill Gates y esto dice de su sabor.
Según The Guardian, la startup Savor, respaldada por el multimillonario de Microsoft Bill Gates, opina que su mantequilla sabe igual que la convencional y tiene una menor huella de carbono porque no implementa vacas para obtenerla.
Reducir el consumo de carne y lácteos es una estrategia para que la humanidad reduzca el impacto ambiental, ya que la producción ganadera es una fuente importante de gases de efecto invernadero. Savor afirma que sus productos tendrán una huella de carbono significativamente menor que los de origen animal.
La startup con sede en California afirma que el proceso es complejo, pero elimina la necesidad de animales y al mismo tiempo hace que su alternativa sin lácteos tenga un sabor igual de bueno. Savor, está respaldada por el multimillonario de Microsoft, Bill Gates, y experimenta con la creación de alternativas sin lácteos al helado, el queso y la leche.
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Esto logra mediante la utilización de un proceso termoquímico que le permite construir moléculas de grasa, creando cadenas de dióxido de carbono, hidrógeno y oxígeno.
Esta “mantequilla” podría llegar a contener menos de 0,8 g de CO2 equivalente por caloría. La huella climática estándar de la mantequilla auténtica sin sal con un 80 % de grasa es de aproximadamente 2,4 g de CO2 equivalente por caloría.
Kathleen Alexander, directora ejecutiva de Savor, explica que “Actualmente estamos en fase precomercial y estamos trabajando en la aprobación regulatoria para poder vender nuestra mantequilla. No esperamos poder avanzar con ningún tipo de ventas hasta al menos 2025”.
Las alternativas a la carne y los lácteos se han vuelto cada vez más populares en los últimos años, pero algunas se quedan cortas en términos de sabor. Esta mantequilla tendría unos tonos más exactos a los acostumbrados.
“Hasta ahora hemos tenido paneles de degustación informales con decenas de personas. Esperamos realizar un panel más formal como parte de nuestros esfuerzos de comercialización y ampliación”.
La cuestión para los usuarios es si aceptarán este tipo de grasas sintéticas. Conseguir que las peronas abandonen sus productos cárnicos y lácteos favoritos por alimentos más “experimentales” puede suponer un desafío.
Por su parte, Gates escribió: “La idea de cambiar a grasas y aceites elaborados en laboratorio puede parecer extraña al principio. Pero su potencial para reducir significativamente nuestra huella de carbono es inmenso. Al aprovechar tecnologías y procesos probados, nos acercamos un paso más al logro de nuestros objetivos climáticos”.
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Sobre el proceso dice que no libera gases de efecto invernadero y no utiliza tierras de cultivo “y utiliza menos de una milésima parte del agua que utiliza la agricultura tradicional. Y lo más importante es que sabe muy bien, como si fuera real, porque químicamente lo es”.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la industria ganadera, que engloba toda la producción agrícola láctea y cárnica, “representa el 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”.
Imagen: Savor
