Científicos de la Universidad de St Andrews en Reino Unido crearon una retina con visión láser que comparan con uno de los poderes de Superman. Se trata de un par de láseres oculares ultrafinos que utilizan semiconductores orgánicos, es decir, un compuesto que es usado bajo la forma de un cristal o un polímero.
Los investigadores comentaron en Natura Communications que este sistema láser por primera vez es compatible con los requisitos necesarios se implantado en el ojo humano. El modelo creado por los profesores Malte Gather, Ifor Samuel y Graham Turnbull se implantó en un ojo de vaca para hacer las pruebas correspondientes. Así fue como se pudo demostrar que este dispositivo es capaz de identificar líneas agudas sobre un fondo plano, unos y ceros de un código de barras digital.
Un láser ocular inspirado en la teoría de Platón
El profesor Malte Gather, de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad, dijo que en la Grecia antigua, Platón creía que la percepción visual se daba a través de ‘rayos oculares’ que los ojos envían activamente para explorar el entorno. “La teoría de las emisiones de Platón ha sido refutada desde hace tiempo, pero los superhéroes con láser en sus ojos viven en la cultura popular y en los cómics. Nuestro trabajo representa un nuevo hito en el desarrollo del láser y, en particular, señala cómo se pueden usar los los mismos en entornos inherentemente suaves y dúctiles (que pueden deformarse, moldearse, malearse o extenderse con facilidad) ya sea en sensores portátiles o como una función de autenticación en billetes de banco “.
Este sistema láser fue puesto a prueba en lentes de contacto y billetes. Con esto se puede demostrar que se amoldan casi a toda superficie gracias a su flexibilidad y tamaño. Además, los investigadores mencionan que los dispositivos también podrían ser usados como etiquetas flexibles para seguridad, biofotónica y fotomedicina.
A pesar de que la membrana es súper delgada y flexible, es duradera y conservará sus propiedades ópticas incluso después de varios meses conectados a otros objetos como los lentes de contacto.
Imagen: Universidad de St Andrews. Richard Štefún (vía Pexel)