Si vives en una ciudad grande es probable que hayas podido ver un meteorito en algún museo, o si vives en Rusia tal vez viste caer un meteorito de grandes proporciones hace algunos años. En nuestro caso, en Bogotá es posible ver meteoritos en el Museo Nacional de Colombia y en esta temporada en la actual exposición temporal del Museo de Arte del Banco de la República. Sin embargo, podrías tener meteoritos más cerca de ti, o todavía mejor, encima de ti. De acuerdo con Ars Technica, por medio de un experimento se demostró que nuestros techos contienen, dentro de muchas otras partículas, restos de meteoritos o micrometeoritos.
Durante varios años, algunos astrónomos amateurs han asegurado que en los techos de las ciudades existen restos de polvo de estrellas. Sin embargo, esta información se ha tildado de mito urbano debido a que estas esferas microscópicas magnéticas se encuentran en mayor medida en áreas urbanas, por lo que podrían tener un origen distinto al extraterrestre.
Uno de estos astrónomos, que recientemente se interesó en el tema de los micrometeoritos es un artista y guitarrista noruego llamado John Larsen. Larsen creó un grupo conocido como Project Stardust (o proyecto polvoestelar).
En este proyecto, Larsen convocó a personas de Oslo para que recogieran muestras del material en sus techos (incluso una de las muestras llegó de París). Adicionalmente, Larsen se valió de un pequeño grupo de científicos de Bélgica y Reino Unido para hacer las observaciones. De hecho, a partir de este experimento nació un artículo de investigación llamado “An urban collection of modern-day large micrometeorites: Evidence for variation in the extraterrestrial dust flux through the Quaternary” (Una colección urbana de micrometeoritos modernos de gran tamaño: Evidencia de la variación en el flujo de polvo extraterrestre a través del Cuaternario).
Así, con 300 kg de material recogido de los techos de voluntarios, se separaron estos elementos por cualidades magnéticas y forma, pues los meteoritos son esféricos debido a que durante su entrada a la atmósfera estos se derriten y toman esta forma por el viento.
Así, se encontraron 500 partículas que parecían micrometeoritos. De estos, 48 fueron escogidos para un análisis más exhaustivo. Al analizarlos parecen micrometeoritos genuinos debido a que tienen niveles de siete elementos similares a los que se pueden encontrar en los condritos.
Los micrometeoritos contienen elementos como el olivino, muy común en la tierra, pero también otros químicos poco comunes
Dentro de estos minerales se encuentra en mayor medida el olivino, que de acuerdo con el autor del texto se puede encontrar en los micrometeoritos de forma frecuente debido a que se forma de manera rápida en los procesos de calentamiento y enfriamiento al entrar a la atmósfera. Además, algunos de estos micrometeoritos tienen químicos que no son comunes en las rocas de la tierra y la mayoría no tiene sodio, que es un elemento que sobresale al entrar en contacto con el calentamiento.
Sin embargo, este hallazgo no es tan alentador para un ciudadano común y corriente, pues tan solo en 300 kg de material se encontró una pequeña cantidad de micrometeoritos con tamaños de 300 micrómetros. Eso sí, ahora podrás tener certeza de que sí podrías encontrar material extraterrestre en tu techo.
Imagen: Wikimedia Commons.