La Nasa acaba de hallar un satélite que estaba perdido en el espacio hace más de una década. El satélite, llamado IMAGE (Imager for Magnetopause-to-Aurora Global Exploration), se lanzó en 2000 para crear las primeras imágenes comprehensivas del plasma atmosférico. El dispositivo completó su misión inicial en 2002, pero no logró hacer contacto de nuevo en una pasada de rutina por la Tierra en 2005. Y desde ahí se complicaron las comunicaciones.
En 2007, los científicos esperaban que un eclipse pudiera impulsar la conexión del satélite. Pero como no se logró, la misión se declaró como finalizada. La Nasa dio por sentado que IMAGE pasaría el resto de sus días flotando tranquilamente por el universo. Pero todo cambió a mediados de enero, cuando un astrónomo amateur lo alcanzó a ver en el cielo.
La Nasa se tomó su tiempo para confirmar que lo que vió el astrónomo fue de hecho IMAGE. La agencia coordinó el uso de cinco antenas separadas para recibir señales de radio frecuencia del objeto. Durante días se recibieron señales que eran consistentes las características esperadas de IMAGE.
Pero no podíamos hacernos falsas esperanzas. La Nasa tenía que confirmar más allá de toda duda que se trataba de IMAGE. Por eso, después se intentó capturar y analizar los datos de las señales recibidas. Sin embargo, fue un poco difícil, porque los tipos de hardware y sistemas operativos usados en el satélite ya no existen.
Ingeniería en reversa
El procedimiento debía hacerse de forma manual, porque los tipos de hardware y sistemas operativos usados en IMAGE ya no existen. Además, los sistemas usados hoy en día han sido actualizados en repetidas ocasiones. Es por eso que los ingenieros debieron aplicar ‘ingeniería en reversa’. Es decir, tuvieron que reproducir los sistemas viejos.
Luego de varias semanas de estudios, el laboratorio Johns Hopkins en Maryland, Estados Unidos logró confirmar la identidad de IMAGE. El equipo de la Nasa pudo leer algunos de los datos recibidos de la nave, que indican que al menos el sistema de control central está funcionando correctamente.
A partir de ahora, el equipo pasará las próximas semanas analizando los datos que recibió del satélite. Y se intentará aprender sobre el estado de la nave y también un poco sobre donde ha estado todos estos años.
Satélites y naves perdidas
A través de la historia, la Nasa y las distintas agencias espaciales de otros gobiernos se han tenido que enfrentar al ‘dolor’ de perder naves o satélites en el espacio. Muchas veces nunca se llega a saber qué falló o cuál fue el destino de las misiones. Una de las pérdidas más recientes fue la del satélite-telescopio japonés Hitomi, en 2016, que se cree que tuvo una falla en uno de sus motores principales. Ese mismo año, la Nasa logró recuperar contacto con la nave STEREO-B, que estuvo perdida durante dos años.
Imágenes: Nasa.