No saber en dónde estamos y sentirnos desubicados es una de las peores sensaciones que los seres humanos podemos experimentar. Por esto, inventos como la brújula o el GPS han tenido tanto éxito: nos ayudan a orientarnos en el espacio.
Sin embargo, cuando usted camina su cerebro almacena recuerdos de los lugares por los que está pasando e intenta orientarlo. Por esto, si usted vuelve a ir a este sitio por segunda vez es muy probable que se acuerde cómo llegó y muy seguramente no necesite usar una brújula o un GPS.
Los científicos John O´Keefe, May-Britt y Edvard Moser han investigado sobre el sistema de ubicación interno que tiene el cerebro de los seres humanos, y por sus descubrimientos recibirán el Premio Nobel de Medicina este año, como reportó la Fundación Nobel. Ambos realizaron experimentos en el laboratorio con ratas.
En 1971, O’ Keefe descubrió que en el hipocampo, un área del cerebro, hay unas células nerviosas que se activan cuando una rata estaba en un lugar específico de una habitación. Y otras células funcionaban cuando el animal iba a otros sitios. Así, a través de estas células, el animal realizaba un mapa del lugar que le servía para ubicarse. El científico las llamó ‘células de lugar’ y éstas se activan en cualquier espacio y facilitan el almacenamiento de esta información.
Luego, en el año 2005, la pareja May-Britt y Edvard Moser estudió las conexiones que realiza el hipocampo en las ratas, y encontró que en una de las áreas del cerebro en las que más se lleva a cabo la actividad de orientación es la corteza entorrinal. Los científicos descubrieron que en esta zona hay unas ‘células de red’ que se activan cuando la rata camina por distintos espacios de una rejilla hexagonal. Gracias a éstas, el cerebro constituye un sistema de coordinación que permite al animal la navegación por el espacio.
El descubrimiento explica por qué los pacientes de Alzheimer tienden a perderse
En la corteza entorrinal también hay otras células que reconocen la dirección en la que está ubicada la cabeza y los límites de un espacio. Éstas trabajan junto a las ‘celulas de red’ y forman circuitos con las ‘células de lugar’, descubiertas por O’Keefe. De esta forma, se constituye el sistema de posicionamiento en el cerebro.
Gracias a estos descubrimientos, los científicos pueden explicar los efectos que puede tener una persona si sufre una lesión en el hipocampo y en la corteza entorrinal. Por ejemplo, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, estas zonas son las que se ven más afectadas en las primeras etapas. Por esta razón, quienes la padecen tienden a perderse y a no acordarse de los lugares en los que estuvieron anteriormente.
Además, se espera que estos descubrimientos abran nuevas vías para la investigación de otros procesos cognitivos que lleva a cabo el cerebro como la capacidad de memorizar, pensar y planear algunas cosas.
Imagen: Hey Paul Studios (vía Flickr).
excelente articulo muchas gracias por esos datos q valen la pena… XD veo q ya vas mejorando con el titulo de los artículos jejejeje ahora solo falta afinar la forma de escribirlo… que aun es muy directa y en las 4 primeras lineas ya puedes intuir lo q trata el articulo.
pero repito… excelente contenido, hacen falta mas escritores como tu.
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ese GPS es el que se activa cuando uno esta totalmente borracho, no se sabe como, pero siempre llega a la casa, jejeje
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Y después dicen que somos muy diferentes de las ratas U_U
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