Por: Miguel Porras
El dispositivo Paperfuge, hecho a base de papel e hilo, permite analizar la sangre y diagnosticar enfermedades como la malaria. Esta innovación es sumamente útil para lugares en los que no hay suficientes recursos para la lucha contra esta enfermedad. Sus creadores consideran que con esta invención se puede ayudar a mejorar la salud de personas en todo el mundo, al tiempo que se transforma el futuro de la medicina alternativa, según la publicación de la revista Nature Biomedical Engineering.
Paperfuge es una centrifugadora manual hecha de papel, cuerda y plástico que puede batir muestras biológicas en círculos hasta 125.000 RPM (Revoluciones Por Minuto). Eso es suficiente para separar el plasma de una muestra de sangre (un procedimiento de diagnóstico estándar). En 90 segundos, la centrífuga puede dar muestras biológicas a miles de revoluciones por minuto, pero a diferencia de una centrifugadora tradicional, el Paperfuge no necesita electricidad, maquinaria complicada, costosas piezas de repuesto o incluso mucho dinero para operar, simplemente repuestos de cerca de 20 centavos.
Toda la investigación estuvo a cargo de miembros de la Universidad de Stanford (EE. UU,) liderados por Manu Prakash, ingeniero de la misma Universidad. En palabras de Prakash, la motivación de todo su equipo es ayudar a las personas que lo necesitan. “Hay mil millones de personas en este planeta que viven sin electricidad, sin infraestructura, sin caminos, y tienen el mismo tipo de necesidades de atención médica que tú y yo tenemos”.
Recientemente, Prakash y su equipo regresaron de un viaje a Madagascar, donde coordinaron con trabajadores locales de la salud probar el Paperfuge en el campo.
Mira aquí las primeras impresiones del Paperfuge:
Esta es calificada como la centrifugadora manual más rápida y más barata jamás diseñada, que sin duda es una revolución médica.
Imagen: Nature (captura de pantalla)