Aunque por el momento y hasta el próximo siglo no se evidencia ningún asteroide de al menos 460 pies de ancho que amenace con chocar contra nuestra Tierra, la NASA quiere tener todo preparado en caso de que alguna roca se les esté escapando del radar. Con este objetivo, la Agencia Espacial estrelló (a propósito) una de sus naves contra un asteroide el pasado lunes 26 de septiembre.
La maniobra de película hace parte de la misión DART o Prueba de redirección de doble asteroide; la nave estrellada fue lanzada al espacio en noviembre del 2021. El choque donde se destruyó completamente la nave, hace parte de una serie de experimentos con los que se pretende conocer todo lo necesario para desviar un asteroide. Dicho así, el asteroide Dimorphos desviado en este primer experimento no era una amenaza para la humanidad, pero sirvió para saber si estamos preparados para alterar el camino de un asteroide amenazante.
“En este momento estamos indefensos contra cualquier asteroide que apunte a la Tierra”, dijo Markus Wilde, profesor asociado de ciencias aeroespaciales, físicas y espaciales en el Instituto de Tecnología de Florida. Wilde no está involucrado en la misión. Pero, aunque la parte difícil del experimento ya culminó, los investigadores deberán esperar unas semanas para conocer el éxito de la misión.
Te puede interesar: Estudio: Realidad virtual ayudaría a reducir la anestesia en cirugías
Los investigadores estudiarán los cambios en la órbita de Dimorphos alrededor de otro asteroide bautizado como Didymos. Para ello se tienen dos docenas de telescopios en la Tierra que harán mediciones precisas del sistema de las dos rocas. Antes de la colisión, Dimorphos tardaba unas 11 horas con 55 minutos en darle la vuelta a su compañero de 780 metros de ancho. Ese tiempo debería haberse reducido algunos minutos luego de la colisión.
En medio de una desviación real de un asteroide que vaya a chocar con la tierra, tal empujón debería ocurrir muchos años, incluso décadas antes de la inminente colisión. “Ese es tiempo suficiente para asegurarse de que no se pierda la Tierra”, explicó Andrew Rivkin, astrónomo planetario del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins y uno de los principales científicos de DART.
Imagen: Agencia espacial NASA