¿Qué le sucede al cuerpo humano tras meses en el espacio y su regreso a la Tierra?

AFP: Suni Williams y Butch Wilmore

Cuando un astronauta pasa un tiempo prolongado en el espacio, su cuerpo enfrenta una serie de cambios fisiológicos y adaptaciones extremas que pueden tener efectos duraderos incluso después de regresar a la Tierra. Los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore, quienes recientemente retornaron tras pasar nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), son los últimos en experimentar de primera mano estos desafíos.

Su misión estaba planeada para durar solo ocho días, pero debido a fallos técnicos en la nave Boeing Starliner, su estadía se extendió drásticamente. Ahora, de vuelta en la Tierra, deben enfrentar el proceso de reaclimatación a la gravedad y mitigar los efectos de su prolongada permanencia en microgravedad.

Uno de los efectos más notorios de la microgravedad es la pérdida de masa muscular y ósea. Sin la resistencia de la gravedad terrestre, los músculos y huesos comienzan a debilitarse.

Estudios han mostrado que los astronautas pueden perder entre un 1% y 2% de su densidad ósea cada mes que pasan en el espacio, lo que aumenta el riesgo de fracturas y osteoporosis al regresar. Para mitigar este efecto, realizan rutinas diarias de ejercicios de resistencia y toman suplementos nutricionales específicos.

Además, la redistribución de los fluidos corporales en microgravedad puede causar hinchazón en la cabeza y presión en los ojos, lo que provoca problemas de visión. Se han documentado casos en los que los astronautas experimentan cambios en la agudeza visual que pueden persistir incluso meses después de regresar a la Tierra.

Este fenómeno, conocido como el síndrome neuroocular asociado a los vuelos espaciales (SANS), sigue siendo objeto de investigación por parte de la NASA y otras agencias espaciales.

Otro de los efectos más preocupantes es la exposición a la radiación cósmica. Sin la protección de la atmósfera terrestre, los astronautas están expuestos a niveles más altos de radiación, lo que incrementa el riesgo de desarrollar cáncer y daño celular. La NASA sigue estudiando cómo proteger mejor a los astronautas en futuras misiones de larga duración, como las que se planean hacia Marte.

Adaptación al regreso a la Tierra

El proceso de readaptación a la gravedad no es inmediato ni sencillo. Al aterrizar, los astronautas suelen necesitar ayuda para caminar debido a la debilidad muscular y la fatiga extrema. También pueden experimentar mareos y dificultades para mantener el equilibrio, ya que el sistema vestibular del oído interno, que controla el sentido de orientación y equilibrio, se ve alterado tras meses en un entorno sin gravedad.

El astronauta Frank Rubio, quien ostenta el récord del vuelo espacial más largo realizado por un estadounidense con 371 días en la EEI, experimentó estos desafíos en carne propia al regresar en octubre de 2023. Su larga estancia permitió recopilar datos valiosos sobre cómo el cuerpo humano se adapta y recupera tras exposiciones prolongadas a la microgravedad.

Los científicos siguen investigando cómo minimizar los efectos adversos de la microgravedad en los astronautas. Se están explorando métodos como la inteligencia artificial para personalizar rutinas de ejercicio, la suplementación específica para fortalecer huesos y músculos, y el desarrollo de hábitats espaciales con gravedad artificial para misiones más largas.

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Además, el estudio del impacto en el ADN es crucial. Se ha descubierto que los telómeros, estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas, pueden alargarse en el espacio y luego acortarse rápidamente al regresar a la Tierra, lo que podría influir en el envejecimiento y la salud a largo plazo de los astronautas.

El regreso de Williams y Wilmore nos recuerda que la exploración espacial es un desafío tanto tecnológico como biológico. A medida que la humanidad se prepara para misiones más ambiciosas, como la colonización de Marte, comprender y mitigar los efectos del espacio en el cuerpo humano será esencial. Cada astronauta que regresa nos aporta conocimientos invaluables que permitirán avanzar en la próxima gran era de la exploración espacial.

Imagen: AFP

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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