No hay sector en el que la tecnología que utiliza la inteligencia artificial no esté inmiscuida. Esta vez, encontramos un escultor automatizado capaz de crear piezas minuciosamente detalladas en mármol y piedra: su nombre es Robotor.
Jaime Massari y Felipe Tincolini, son lugareños y emprendedores de Carrara, Italia, creadores de Tor-Art, una empresa especializada en escultura, arte contemporáneo y diseño, que aplican nuevas tecnologías al procesamiento de mármol, piedra y otros materiales duros.
En este taller crean piezas exclusivas utilizando Robotor, un cincel impulsado por un software de autoprogramación. Allí, los creadores de este dispositivo mezclan métodos de procesamiento tradicionales (acabados hechos a mano) y tecnologías de punta, como el uso de robots antropomórficos y escáneres láser 3D.
Tincolini y Giacomo Massari, “creen que con la tecnología de su cincel robótico puede ser más fácil, ya que trabajar manualmente en esculturas de mármol, puede ser «agotador, riesgoso y peligroso para los humanos”. Ven la entrada de su tecnología como una era en la que las esculturas ya no están ‘hechas de piedras rotas, cinceles y polvo, sino escaneadas y dibujadas’”, explica la revista Conclusión.
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Robotor puede soportar cargas pesadas, ya que su hardware y construcción han sido diseñados para desafiar fragmentos de mármol voladores y demoler materiales extra resistentes.
Si el usuario tiene experiencia con la programación, puede dirigir fácilmente el cincel robótico con datos complejos y puede manejar la carga de trabajo con facilidad. El software instalado en el cincel robótico, llamado OR-OS, juega un papel importante en la creación de esculturas hechas por artistas, ya que simplifica la producción de esculturas complejas tanto como sea posible en menos tiempo.
Según la revista, Robotor primero analiza la piedra o material sobre el que va a trabajar. Después de revisar las propiedades, las esquinas y la forma del material, el cincel del robot identificará los puntos alrededor del material donde puede tallar y comenzar la producción.
Además, podrán autoprogramar al robot para que vaya esculpiendo por sí solo el producto que quiere dar forma. Después de planificar el flujo de trabajo, el software empuja el cincel del robot para seleccionar los tipos de herramientas que utilizará durante las diferentes etapas del proceso, desde esculpir el material hasta pulirlo e incluso quitarle el polvo con chorros de agua.
Robotor está equipado con un brazo mecánico que utiliza electro-mandriles y cambio automático de herramientas. Se levanta sobre una base inspirada en los módulos lunares y contiene componentes eléctricos e hidráulicos. La mesa giratoria en la que se encuentra el cincel del robot puede soportar piezas de trabajo de hasta 50 toneladas, y los cofundadores creen que es un accesorio esencial para aprovechar la flexibilidad del robot.
Imagen: Robotor