Este sábado 7 de septiembre, a las 12:01 a.m. EDT, la nave espacial Starliner de Boeing aterrizó con éxito en el Puerto Espacial White Sands, en Nuevo México, tras completar una misión de tres meses en la Estación Espacial Internacional (ISS). Este aterrizaje marca un paso importante para Boeing, ya que la Starliner es la primera cápsula fabricada en Estados Unidos diseñada para aterrizar en tierra, y se planea que sea reutilizable en futuras misiones.La Starliner, que no llevaba tripulación a bordo en esta misión, utilizó un sistema de paracaídas y airbags inflados con nitrógeno para frenar su descenso y tocar tierra de forma segura. El equipo de recuperación de la NASA y Boeing estaba listo en el lugar para verificar que todo estuviera en orden y asegurarse de que no hubiera rastros de líquidos peligrosos antes de acercarse a la cápsula. Una vez completados los chequeos, la nave será transportada a las instalaciones de Boeing en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.
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Aunque la nave regresó sin tripulación, los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, quienes participaron en la carga y preparación de la Starliner, continúan en la ISS. Su regreso a la Tierra está programado para febrero de 2025, cuando volverán a bordo de la nave SpaceX Dragon en la misión Crew-9.Mientras tanto, los astronautas en la ISS siguen trabajando en diversos experimentos científicos. Estos incluyen estudios sobre cómo la microgravedad afecta el corazón y la respiración, así como experimentos en botánica espacial que buscan entender cómo crecen las plantas en el espacio. Estos estudios no solo ayudan a mejorar la salud humana en el espacio, sino que también tienen el potencial de influir en tecnologías que se utilizan en la Tierra.Además de los experimentos científicos, los astronautas también están involucrados en tareas de mantenimiento de la estación y en la preparación para la llegada de la nave Soyuz MS-26, que traerá a más tripulantes en las próximas semanas.
Imagen: NASA