Las noticias sobre la vida en el espacio exterior han sido desalentadoras en las últimas semanas. Por un lado, investigaciones revelaron que el suelo de Marte es tóxico, lo que reduce las posibilidades de hallar vida en el planeta rojo. Por otro lado, la Nasa dio a conocer que los planes para que el hombre viaje a Marte en 2030 se ven interrumpidos porque no hay presupuesto. Como si fuera poco, ahora, varios estudios apuntan a que los planetas de Trappist-1 no cuentan con el ambiente propicio para la vida.
Tras el nombre de Trappist-1 se esconde el nuevo sistema solar (y su estrella), hallados por la Nasa. Siete planetas que se asemejaban a la tierra. Este descubrimiento encendió las alarmas y nos hizo pensar en la posibilidad de haber descubierto al fin una segunda casa. La mala noticia es que las esperanzas de que los llamados ‘exoplanetas’ alberguen condiciones para la vida ahora son mucho más reducidas.
Dos equipos de trabajo pertenecientes al Centro de astrofísica de Harvard-Smithsonian en la Universidad en Cambridge, Massachusetts, han afirmado que el comportamiento de la estrella Trappist-1, una enana roja mucho más débil y fría que nuestro Sol, hace que las posibilidades de vida sean menores de las pensadas. Aunque es cierto que los planetas potencialmente habitables se encuentran más cerca de su sol de lo que nosotros estamos del nuestro, esto no garantiza unas mejores condiciones, debido a cómo inciden los rayos ultravioletas (UV) en su superficie.
“Debido a la embestida de la radiación, nuestros resultados sugieren que la atmósfera de los planetas en el sistema Trappist-1 sería en gran parte destruida”, afirma Avi Loeb, coautor del artículo publicado en el International Journal of Astrobiology. Respecto a los números manejados en la tierra, la probabilidad por tanto de que la vida pudiera existir se estima en solo 1% .
¿Vida en Trappist-1?
Otro estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters examinó el viento solar de Trappist-1, con resultados igualmente poco alentadores. Mientras que en la Tierra estamos protegidos de la corriente de partículas solares del Sol por nuestro campo magnético, los exoplanetas podrían presentar problemas debido a que al estar tan cerca de su sol, el campo magnético de esta estrella podría unirse con el de los planetas. Esto haría que dicho campo no actuara como la barrera que sí tenemos en la Tierra, poniendo en peligro su atmósfera.
Esto no significa que definitivamente no hay vida en Trappist-1, ni que no seamos capaces de encontrar vida en otros sistemas. Simplemente implica que es menos probable de lo que pensábamos y que se debe seguir buscando.
Imagen: Nasa