Estuvimos en ‘Smart cities y Gobierno electrónico’, una de las primeras charlas de este primer día de Campus Party 2014. Allí, Alexander Ricardo Andrade, profesional que acompaña y apoya varias estrategias del MinTIC como En TIC Confío, Redvolución, Apss.co, nos presentó su visión de lo que significa realmente ser un territorio inteligente.
Durante meses hemos hablado de ‘ciudades inteligetes’, pero Andrade dijo que este término debe ser modificado por el de ‘territorio’; ya que así, desde el lenguaje, estaremos empezando a incluir espacios que no son urbanos, pero que sí pueden llegar a convertirse en espacios inteligentes. Un ejemplo de esto es la llegada de los kioscos digitales a miles de municipios del país.
Andrade también sugirió olvidar la idea de que un espacio inteligente tiene que ser aquel en el que se despliegue tecnología sofisticada, edificios de ciencia ficción o transportes voladores. Con pequeñas acciones, estos espacios pueden convertirse en verdaderos lugares inteligentes.
El territorio inteligente se compone de dos actores: el gobierno y los habitantes. En manos del gobierno están los planes de desarrollo, los cuales son el instrumento para la inversión equilibrada de los recursos; el ordenamiento territorial, los programas y proyectos, el índice de desarrollo humano (que incluye factores cruciales como tener una vida larga y saludable, educación y un nivel de vida digno); así como el índice de desarrollo de gobierno electrónico, en el que se enmarcan los servicios en línea, la infraestructura y el capital humano.
Por el lado de los habitantes, son ellos los actores cruciales para hacer que toda esa infraestructura del gobierno se aproveche. Además, los ciudadanos tienen que retroalimentar los esfuerzos del gobierno para mejorar el ecosistema. Ellos se encargan de demandar servicios, de organizarse y de ser activos, brindándole al gobierno información clave para saber qué tan óptimos están siendo sus programas en la vida de los ciudadanos.
Algunos de los ejemplos que destacó Andrade en Colombia es, por supuesto, el caso de Medellín, una ciudad que en este momento se encuentra trabajando en un software de reconocimiento de placas, que busca controlar aspectos del transporte masivo, tanto público como privado y evitar que muchos conductores anden por las calles con una serie de infracciones sin pagar.
También destacó el caso de Bogotá en el sector de la educación, con el programa de ‘Colegios en la nube’ o el de algunos hospitales del país, en donde se están trabajando en programas de historias clínicas digitales.
Imagen: ENTER.CO