Uno de los grandes problemas de ‘la ciudad inteligente’ es su definición. ¿Qué quiere decir el concepto de ciudad inteligente? Tradicionalmente, una ciudad así tiene varios sistemas interconectados que brindan servicios en tiempo real. Según Intelligent Utility, hay cinco factores fundamentales para que se pueda crear una ciudad inteligente.
El medio ambiente
La sostenibilidad tiene que estar en el centro de cualquier plan. A medida que va avanzando la humanidad, vamos consumiendo recursos a una mayor velocidad. Al ritmo que vamos, los recursos naturales se acabarán y nuestros descendientes tendrán que enfrentar las consecuencias. Los automóviles están entre los consumidores de petróleo más numerosos que hay. Una ciudad inteligente debe tener una red amplia de estaciones de carga. Solo así podrán popularizarse los carros inteligentes.
La gente
Intelligent Utility también dice que hay que formar alianzas entre las compañías de energía para compartir recursos y crear sinergías. Por ejemplo, es posible que un país costero pueda generar energía eólica o con las olas. Es posible que varias compañías se unan para crear una planta más robusta, con mejor tecnología y aprovechar esa fuente de energía renovable.
Por otro lado, hay que convencer a los ciudadanos de soportar los costos y los cambios que generan los proyectos de una ciudad inteligente. Hay varios casos en los que la alcaldía quiere implementar estas soluciones, pero el pueblo simplemente no está de acuerdo y pone todas las barreras para frenar los proyectos. La ciudadanía tiene que ser el sistema nervioso de cualquier metrópolis inteligente. A final de cuentas ella será la que alimente el sistema y consuma los servicios. Sin la participación de la gente simplemente no tiene sentido hacer el esfuerzo de construir una ciudad inteligente.
La responsabilidad de las compañías de energía
La mayoría de las soluciones necesitan energía. Por lo tanto, las compañías que proveen este servicio básico tendrán que asumir el costo de muchos proyectos y ser los responsables de satisfacer las necesidades energéticas de una ciudad.
Además de dicha responsabilidad, las mismas empresas de energía tienen que poner su parte para crear soluciones sostenibles. Es por eso que detrás de cualquier ciudad inteligente tiene que haber una empresa de energía moderna y comprometida con la idea.