Seamos sinceros. Es muy rara la vez (o incluso nula) que al contratar un servicio o al acceder a una página web leamos los extensos textos que las compañías redactan para “hacernos saber con exactitud” las condiciones que estamos aceptando para navegar dentro de ellas. Los portales “cumplen” con su deber de detallar la información que obtendrán de nosotros “con nuestro consentimiento”, y nosotros, los usuarios aceptamos el trato… ¿pero lo entendemos realmente? En el Congreso de Estados Unidos creen que no y por eso un grupo de legisladores plantea una nueva ley que obligará a los portales web y aplicaciones a resumir sus términos y condiciones para que se puedan entender con claridad.
La medida se propuso en un documento de nueve páginas publicado por el Washington Post, llamado TLDR Act (Ley de términos de servicio, etiquetado, diseño y legibilidad) y contempla la reestructuración de los textos que suelen aparecer cada vez que ingresamos a las páginas, para que las compañías además de acortarlos, permitan acceder a la versión completa de términos del servicio en un formato de datos interactivo.
Asimismo, según el borrador del proyecto de ley, el resumen de los términos y condiciones también deberá mostrar un resumen de los diferentes datos personales que los sitios web y apps recopilan del usuario, como la ubicación de su conexión, su sexo, su edad, su religión, incluyendo la información relacionada con su salud, entre otros; y deberán, además, revelar si el usuario que está ingresando a su página ha sufrido una violación de datos recientemente.
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De acuerdo a una de las representantes, la demócrata Lori Trahan, el proyecto se diseñó como respuesta al “abuso” de las plataformas al aprovecharse de que la mayoría de usuarios no leen los términos y condiciones de navegación y aceptan tratos desiguales que comprometen su información personal en favor de las compañías.
El argumento de Trahan coincide con varios estudios y encuestas, como la que realizó la firma Deloitte en 2017. Esta contempló 2.000 respuestas, de las cuales el 91 % de ellas reveló que, en efecto, quienes navegan en internet no suelen leer este tipo de contratos cuando ingresan a una página web. El porcentaje, de hecho, llega al 97 % en el caso de los usuarios que se ubican entre los 18 y los 34 años.
De ser aprobado el texto, las medidas para actualizar los términos y condiciones en las webs tendrán hasta 360 días para implementarse en Estados Unidos.
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