Tú y yo sabemos que conoces al menos a un amigo, familiar o amigo del primo de un vecino que está viviendo o vivió en Estados Unidos y que su trabajo era principalmente operario o de servicios varios. El truco está en ganar y ahorrar en dólares para luego gastar en pesos, por lo que es común que ellos, los emigrantes, envíen dinero a sus países natales, como a Colombia. Por desgracia, esto podría dejar de ser rentable, pues Trump quiere establecer un nuevo impuesto a las remesas.
El pasado 6 de noviembre se conoció la noticia de que Donald Trump fue reelegido como el nuevo presidente de los Estados Unidos, quien tomará el liderazgo desde el 2025 hasta enero del 2029. Un punto importante de sus discursos, con los que logró ganar, está enfocado en los inmigrantes, en poner reglas más duras. De hecho, una de las políticas económicas planteadas por la administración Trump pretende establecer una tasa del 10% para las remesas enviadas a otros países y…pues en enero llega a la Casa Blanca.
De acuerdo con el Banco de la República, las remesas que han llegado al país desde el extranjero superaron por primera vez los mil millones de dólares mensuales en junio de este año. “La ocupación laboral de los colombianos residentes en los Estados Unidos en las actividades relacionadas con servicios (que incluyen “ventas y oficina”) es significativa y supera la del promedio de todos los migrantes”, reveló el Banco.
Todo ese dinero ha sido fundamental para el sustento de cientos de familias en Colombia. Según cifras del Banco de la República, la remesa que recibe cada persona en el país oscila entre los 470 y 506 dólares mensuales, lo que representa poco más de $2.000.000 de pesos colombianos.
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Si la política económica de la administración Trump, de establecer un impuesto del 10% a cada remesa que sale a cada país, incluido nuestro país, muchos colombianos se verán afectados, además del PIB. Las remesas enviadas desde otros países, principalmente Estados Unidos y España, son la segunda fuente de divisas más importante del país después del petróleo.
Vale la pena aclarar que la política económica de la tasa a las remesas por parte de la administración Trump se planteó con el objetivo de frenar las actividades ilegales relacionadas con el tráfico de drogas y de personas. Así lo explicó J. D. Vance, vicepresidente electo, quien anunció la nueva política. Sin embargo, al no tener una forma segura de saber de dónde proviene una remesa, todas se verán afectadas por defecto.
Habrá que esperar a que Trump llegue a la Casa Blanca para conocer sus nuevos movimientos respecto a los inmigrantes.
Imagen: Brandon Day