Además de iMessage, Apple tiene otro tipo de aplicativos y servicios que también funcionan de manera exclusiva en los dispositivos de la marca. Tal es el ejemplo de AirDrop, un servicio de mensajería instantánea que permite el envío de fotos, videos y documentos en general entre dispositivos con sistema iOS.
Lamentablemente, el servicio no siempre es usado con buenos fines. Esta vez se conoció el caso de un joven estudiante que volaba el pasado viernes 17 de febrero desde Chicago a Texas, quien tuvo la grandiosa idea de bromear con una bomba. El joven, de quien se mantiene oculta su identidad por seguridad, envió un mensaje de alerta donde decía a los pasajeros que llevaba una bomba con él.
“Tengo una bomba, quisiera compartir una foto”, fue el mensaje que leyeron los pasajeros del vuelo 2051 que tienen un teléfono de Apple. En cuanto se le dio avisó al piloto del mensaje que estaba circulando con la posible amenaza terrorista, tuvo que estacionar la aeronave de emergencia.
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En total, los pasajeros de American Airlines tuvieron que pasar por un retraso de 4 horas mientras la unidad antiterrorista inspeccionó el avión en busca de dicha bomba. Claramente, no encontraron nada pero lograron desenmascarar al joven, quien admitió haber enviado ese mensaje por AirDrop.
Ahora, el joven se arriesga a pagar su broma con una condena intramural. Aunque la amenaza fue descartada por no considerarse creíble, según la ley de Texas, las amenazas de bomba falsas se castigan con prisión. La evidencia encontrada en el iPhone del sospechoso terminaría siendo prueba suficiente para enviarlo a la cárcel, aunque aún es muy pronto para saber cuánto tiempo podrían darle de condena.
Esta no es la primera vez que AirDrop se usa para un propósito no tan bueno. Por ejemplo, un competidor de Apple lo habría utilizado para recuperar secretos de fabricación del chip M1. Así mismo, son numerosos los testimonios de personas que recibieron “fotos de pollas” (no solicitadas) u otros mensajes desagradables en lugares públicos.
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