El episodio, ya de por sí preocupante, se volvió titular de los periódicos ingleses por otras circunstancias.
Stanborough llamó a la compañía que le vendió el iPod y relató su caso; Apple lo contactó y le informó que le devolvería el dinero, a lo que Stanborough accedió. Pero cuando recibió el contrato descubrió que al aceptar el arreglo también se comprometía a no revelar públicamente el hecho, so pena de enfrentarse a una demanda de Apple si incumplía.
“No la firmé. Es una carta perturbadora. No pienso callar este hecho, pues otras personas pueden verse en peligro. Es increíble que mi familia y yo recibamos una amenaza de demanda por un accidente de estos, que no es nuestra culpa”, dijo Ken Stanborough, de 47 años, al diario The Times.
Antes, varios sitios personales y blogs habían reportado incidentes similares (de recalentamiento, incendio y explosión de un iPod), pero fueron minimizados, según el diario inglés.
En marzo de este año, dice The Times, una mujer en Ohio (E.U.) inició una demanda contra Apple tras indicar que el iPod de su hijo explotó mientras lo llevaba en el bolsillo del pantalón, lo cual le ocasionó quemaduras en su pierna derecha.
En el pasado, Apple y otras compañías, como Dell y Sony, han tenido que recoger del mercado equipos defectuosos que presentan recalentamiento y riesgo de incendio por culpa de las baterías recargables.
La compañía Apple no se ha pronunciado respecto al caso de Stanborough.
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