El año pasado surgió un evento vergonzoso entre la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), quienes protagonizaron una polémica por las redes 5G. Ahora, Aviation Spectrum Resources, Inc. (ASRI), un organismo que representa a la industria de aviación se ha sumado a la pelea.
Para comprender la situación hay que entrar en contexto. La adopción general de los servicios de televisión por cable y fibra acabó con la televisión por satélite. Esto se tradujo en que las frecuencias utilizadas para este tipo de transmisiones fueron liberadas para darle un uso alternativo. Entonces, la FCC, desde donde se controlan las frecuencias de radio, decidió que las frecuencias liberadas eran adecuadas para el uso de 5G y las puso en subasta. Verizon y AT&T invirtieron $68 millones de dólares en la adquisición de los derechos de lo que entonces se denominó banda C 5G.
Fue entonces cuando apareció la FAA, quien argumentó que existía un alto riesgo de que el nuevo espectro de banda C 5G interfiriera con los radioaltímetros. Estos últimos dispositivos son usados por los aviones comerciales y algunas otras aeronaves, los cuales se encargan de hacer rebotar una señal de radio en el suelo y cronometran la señal de retorno para precisar la altitud del avión. Curiosamente, estos son mucho más precisos que los altímetros basados en presión y son usados en el aterrizaje o durante la aproximación final.
Te puede interesar: Los teléfonos 5G interferirían con instrumentos de los aviones
Entonces, siguiendo las aclaraciones de la FAA, el año pasado se interpusieron algunas restricciones temporales de 5G en los 50 aeropuertos más importantes del mundo. Mientras tanto, se esperaba que el organismo de aviación revisara los radioaltímetros de sus aviones más antiguos, que eran los que se supone, estaban en riesgo. Pero la pelea continúa.
Ahora, una firma legal que representa a Aviation Spectrum Resources, Inc. (ASRI) envió una carta a la FCC, donde solicita que las restricciones sean permanentes. La carta sostiene que las restricciones temporales no supusieron ningún inconveniente para los espectros C 5G por lo que las restricciones permanentes tampoco deberían ser un problema.
“Evitar que las antenas apunten 90 grados sobre el horizonte y mantener las emisiones espurias inalámbricas en la banda de 4200-4400 MHz en consonancia con las mitigaciones actuales parecería no comprometer los casos de uso reales de los operadores inalámbricos al tiempo que garantiza la seguridad de la aviación y proporciona un entorno de RF viable contra qué futuros radioaltímetros pueden diseñarse y construirse” se lee en la carta.
Imagen: Pixabay