En el arte también hay tecnología: bienvenidos a Odeón

Flicker, una obra de Daniel Canogar en Odeón.

Flicker, una obra de Daniel Canogar en Odeón.
Flicker, una obra de Daniel Canogar en Odeón.

No dejen que llegue el domingo sin haber ido a la cuarta versión de la Feria de Arte Contemporáneo en Odeón, ubicado en la avenida Jiménez con carrera quinta. La exposición abre sus puertas al público este 23 de octubre desde el mediodía hasta las 8:00 P.M.

Odeón es uno de los lugares más asombrosos que hay en Bogotá. Si todavía no lo conocen, esta es una buena oportunidad para darse una vuelta por esta exsala de cine y exteatro que fue adaptado como espacio cultural del arte contemporáneo después de casi 15 años de abandono. Entre ruinas y muros semi abandonados, Odeón se convierte en representante de la maravillosa arquitectura bogotana y recibe una de las ferias de arte más importantes de la ciudad.

De la mano de María Fernanda Prieto, encargada de prensa de la feria, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca las obras y hablar con dos artistas que llevan la palabra tecnología en sus trabajos: Daniel Canogar, artista central de la feria y Alejandro Londoño, un colombiano que logra llevar su tesis de grado a otro nivel en esta oportunidad.

Daniel Canogar, una reflexión del paso del tiempo

Sikka Magnum, mi pieza favorita.
Sikka Magnum, mi instalación favorita.

Las piezas de Daniel Canogar (Madrid, 1964) son visualmente maravillosas. Puedes quedarte atrapado largos minutos mirando sus tres instalaciones y, en una especie de hipnosis, vas a quedar completamente sumergido en imágenes que van y vienen.

Esta serie se llama ‘Cuadratura’ y en palabras de Daniel: “Tiene mucho que ver con mi gran amor por el cine”. Para Canogar, su obra puede verse como un homenaje a las memorias colectivas y a diferentes aparatos en desuso que fueron en un momento la revolución para toda una generación. “Intento darles un nuevo soplo de vida”, me cuenta.

Las tres instalaciones giran en torno a imágenes que todavía pueden producir dispositivos que ya han perdido vida útil, reflexionando acerca del paso del tiempo, del paso de la vida, de nuestro miedo a la muerte, y quizá del miedo que tenemos a hacernos también obsoletos.

Toda tecnología es una especie de diálogo con el tiempo, sobre todo porque la mayoría de los dispositivos se hacen obsoletos de forma muy rápida. Creo que cuando compramos un nuevo dispositivo sentimos que vamos a sentirnos un poquito más jóvenes”, dice el artista.

Canogar es consciente de que lo tecnológico está en todos los aspectos de la vida humana (la vida laboral, el ocio, la forma de comunicarnos), algo que atrae pero que a la vez preocupa a las personas. Ve al arte como una de las formas de expresión de esta dicotomía y su obra la define como “una especie de puente entre el presente y el pasado”. Sus instalaciones utilizan pantallas de televisores viejos, CDs, películas de 35 mm, luces e imágenes cinematográficas que lo dejarán realmente maravillado.

En un momento le pregunté su opinión acerca de la tendencia de querer volver a la fotografía análoga, a escuchar música de vinilos. Le pregunte qué significa esta vuelta al pasado en un mundo que se hace cada vez más tecnológico. “Estamos tanto tiempo ante pantallas: el ordenador, el celular, internet, Facebook. De repente creo que estos dispositivos análogos tienen una textura, una materialidad, una presencia física que de alguna forma lo digital camufla o elimina. Queremos volver a tocar las cosas y sentirlas, especialmente la gente joven que no tuvo la oportunidad de conocer este tipo de tecnología del pasado”, respondió el artista español.

‘Sikka Magnum’ es mi instalación favorita. Se trata de una especie de círculo luminoso atrapante compuesto por 200 discos de películas compradas en un mercado de pulgas. Daniel vio los 200 DVD de películas clásicas del cine que a su vez se proyectan en estas pequeñas piezas. “Volvemos a lo mismo, estas piezas se están haciendo cada vez más obsoletas, ahora todo el mundo está con el streaming” explica el artista. Daniel la define como una “escena de danza, una idea calidoscópica, hechizante y un homenaje a la fascinación que produce el cine”. Sin duda, de lo mejor que pueden encontrar en toda la feria.

Alejandro Londoño: obras de arte e impresiones asombrosas

Egyptian Dinasty 21 /1040-945 a.c
Egyptian Dinasty 21 /1040-945 a.c

Alejandro es un joven colombiano que presenta por primera vez en Odeón su trabajo ‘Historia universal de la pintura’. La obra compuesta por 38 pinturas en lienzo reúne diferentes obras de la historia del arte convertidas a código binario a través de un programa especial que toma la imagen en bitmap y la decodifica en cadenas interminables de ceros y unos.

Como resalta el autor, estas piezas no pretenden ser en ningún momento un manifiesto teórico o académico sobre la pintura, simplemente fueron elegidas por el capricho y gusto de Londoño: “Empecé a recopilar pinturas que me gustaran, de libros, de internet”, nos cuenta Londoño en frente de su obra.

“Todo empezó con mi tesis de grado cuando me gradué de la Universidad de los Andes en 2012. Allí presenté 15 pinturas de las negras. Pero siempre supe que este proyecto daba para algo más”, recapitulo el colombiano. La obra que presenta en Odeón se compone de piezas negras y rojas.

Cada pintura es única e irrepetible “no solo porque su código madre es diferente a cualquier otro sino porque la manera en que se ejecuta la pintura es todavía manual, errática, a pesar de su envoltorio digital”, explica. Para ello, Londoño utiliza una impresora de matriz EPSON FX-1180, la cual resiste el lienzo y, como destaca el autor, en algún momento de la historia fue un dispositivo asombroso muy utilizado en las empresas para sostener largas horas de impresión.

Hoy, este dispositivo vuelve a tener un significado en la obra del artista. “Al momento de imprimir, comienzo a darle diferentes formas a mis pinturas, juego con diferentes interlineados, cambio las cintas, que ya están de diferentes tonos. Es realmente un juego. Hay momentos en que yo elijo cambiar el movimiento de la impresora, para generar resultados diferentes”, cuenta.

A Londoño no le gusta hablar de ‘nostalgia’, cree que esa impresora es su herramienta de trabajo. “Hice miles de pruebas con impresoras diferentes, me gusta mucho el lado manual de la impresión. Quería que fuera una impresora que trabajara de forma continua. Siempre la idea fue sobreimprimir el código sobre el código que ya se había impreso anteriormente. Esta máquina se adaptaba exactamente a lo que yo buscaba” explica Londoño.

Sin duda otra obra que no pueden dejar de ver. No olviden que la feria que reúne a 16 galerías nacionales e internacionales estará hasta el 26 de octubre. La entrada al público general es de $15.000 y $7.000 para estudiantes.

Imágenes: ENTER.CO.

Laura Rojas

Laura Rojas

Internet me ha regalado grandes cosas: dosis industriales de música, guías turísticas, hospedajes a precios razonables, los grandes amores de mi vida, la posibilidad de borrar la distancia y mi nuevo trabajo. Estudié literatura en Buenos Aires y de todos los trabajos que pude haber encontrado, ENTER.CO es el lugar para ver mis cosas favoritas reunidas.

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