El día del juicio final, para no complicarnos la vida, podríamos dividir al mundo en dos partes. Hay distintas formas de hacerlo (los fans de Cristiano y los de Messi, los de ‘Star Wars’ y los de ‘Star Trek’, los de DC y los de Marvel…), pero una de las más seguras, porque la división es bastante clara y global (mucho más que en los ejemplos entre paréntesis), es la de quienes aman la pizza hawaiana y quienes no la pueden ver ni en pintura (y que seguramente están asqueados por solo leer esto). Ya depende del que hace de juez, si ama o no la pizza, decidir qué parte es la que se salva y cuál acabará condenada.
Sin embargo, y a pesar de los odios y amores que genera la pobre pizza hawaiana, que ni la culpa tiene, pocos conocemos su origen y muchos creen que realmente se creó en el archipiélago estadounidense ubicado en el Océano Pacífico (como los de Ira en ‘Inside Out’). Pero se equivocan.
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Esta es la historia real: hacia 1960, cuando la pizza comenzó a popularizarse en el mundo (aunque ya llevaba más de medio siglo siendo consumida fuera de su país de origen, Italia), era consumida principalmente en Estados Unidos.
El inmigrante griego Sam Panopoulos, dueño de los Satélite Restaurant, quiso probar la popular novedad gastronómica en un viaje a Detroit y le gustó tanto que quiso incluirla en el menú de su restaurante en Ontario, Canadá (ya sabemos su lugar de origen), cuenta el medio Mental Floss.
En Canadá la aman (aparentemente), pero no la nacionalizan
Panopoulos compró un horno y comenzó a preparar pizza. Pero, en 1962, se le ocurrió la idea de ponerle un ingrediente diferente, solo por diversión, y junto con su hermano, experimentaron un poco, sacaron unas piñas en conserva y se las pusieron a la pizza, a ver qué pasaba con esa combinación entre salado y dulce. El resultado les gustó a los hermanos y también a los comensales, que “un par de meses después se estaban volviendo locos por ella”, como dijo el griego a BBC.
Voilà! Así nació la polémica pizza hawaiana, que bien podría llamarse canadiense o greco-canadiense, porque en el país del norte se sienten orgullosos de su invención o al menos eso indica un tuit de la cuenta oficial del país. Pero, no, se llama hawaiana porque así era la marca de la piña en conserva que usaron los hermanos Panopoulos para hacer las primeras pizzas con esa fruta, según ese mismo medio.
https://twitter.com/canada/status/834515476193632258?lang=es
Si eres de los que odian la pizza hawaiana y quieres buscar a Sam Panopoulos para reclamarle de alguna forma o pedirle unas disculpas, lamentamos informarte que falleció el 8 de junio de 2017, a la edad de 87 años, y vendió su restaurante en 1980.
Imágenes: Oat_Phawat (vía: iStock)