Durante mucho tiempo, la industria de los videojuegos en Colombia se caracterizó por tener un crecimiento anual del 8%. Un número bajo en comparación con otros países donde la cultura gamer contaba con mayor aceptación.
De hecho, en una encuesta realizada por Google en el 2018, solo el 9,4 % de los usuarios se consideraron fanáticos de los videojuegos a pesar de que, la gran mayoría, recurría a ellos como primera opción al momento de buscar una forma de distracción.
Es en el 2019 que la tasa de crecimiento anual aumentó al 15 %, convirtiendo a Colombia en la cuarta región latinoamericana con mayor rentabilidad dentro de la industria del Gaming y el iGaming. Para el año siguiente, sus ingresos ya se ubicaban entre los 480 millones de dólares y con pronósticos que prometían ir en alza.
¿Cuáles son las preferencias de los gamers colombianos?
La pregunta que los expertos se hacen es: ¿cuál es el motivo detrás de un cambio tan importante y veloz? Diferentes estudios han intentado evaluar el perfil de estos usuarios para dar una respuesta a la incógnita planteada, y han demostrado que la posibilidad de acceder a juegos móviles y estilos de gaming competitivo, atrajo a un grupo de nuevos fanáticos que van desde los 25 años (29,70 %) hasta los 44 (21,40 %).
Asimismo, se tiene que existe una particular predilección hacia jugar casino online desde dispositivos móviles. No solo porque las nuevas tecnologías los ha vuelto más inmersivos, interactivos y seguros sin la necesidad de acceder a un computador, sino también por la oferta de bonos que facilitan la participación de principiantes sin necesitar invertir dinero de su propio bolsillo.
Las versiones en vivo han captado audiencias de más de 45 años (16 %), ya que les permite interactuar con otros jugadores, incluido el crupier, y así experimentar la emoción de la competencia en tiempo real sin abandonar la comodidad de sus hogares.
Por último, en cuanto a los usuarios de videojuegos por consola o que requieren obligatoriamente de equipos más avanzados —como lo son computadoras de escritorio—, se tiene que prefieren los estilos multiplayer y los eSports. Teniendo en cuenta que tanto las nuevas generaciones como las más antiguas prefieren la comodidad del celular, se está trabajando para que en un futuro se puedan transmitir desde estos equipos hasta la pantalla del televisor.
Los videojuegos de realidad virtual (VR) aún parecen ser un espacio lejos de poder llenarse, sobre todo en Latinoamérica, donde la resistencia de los usuarios para adquirir los equipos especializados es palpable aún.
En conclusión, la cultura gamer en Colombia y otras regiones de América Latina aún necesita un mayor apoyo y crecimiento, sin embargo, la esperanza está plantada y parece que ha comenzado a echar raíces.
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