La agencia aeroespacial de Estados Unidos develó el nuevo diseño para su sistema de lanzamiento espacial en una conferencia de prensa en Washington, frente a miembros de la comunidad científica, medios y el Congreso estadounidense. La presentación incluía un video en alta definición, y se centró en las ventajas del nuevo diseño, como una mayor versatilidad. Este sistema hace uso de otro prototipo en desarrollo: el Orion MPCV (vehículo tripulado de propósitos múltiples, por su sigla en inglés).
¿Qué significancia tiene este anuncio? Primero que todo, para aquellos de nosotros que sentimos una gran decepción al ver el fin del programa de transbordadores, esta noticia llega en buen momento. Claramente, la Nasa ya está planeando la próxima generación de naves para la exploración espacial, y, siguiendo el mandato del presidente Obama y el expresidente Bush, estas involucrarán tripulaciones humanas.
Tras acabar con su programa de transbordadores espaciales al principio de este año, este nuevo diseño, el ‘Space Launch System’ (SLS), es un proyecto ambicioso, como mínimo, ya que involucra un rediseño de todo el sistema de lanzamiento que usan para llegar a la órbita. Es decir, el SLS se encargará del lanzamiento de módulos espaciales como el Orion MPCV (tripulado), módulos no tripulados, y suministros para la estación espacial.
Además, la Nasa también tiene previsto usar este nuevo sistema como alternativa para sus socios comerciales e internacionales cuando se trate de transportar carga o vehículos privados.
Una de las ventajas más prácticas de este nuevo sistema es que utiliza tecnologías y técnicas que ya han sido probadas y son fiables, pues hacían parte del programa de transbordadores y del también difunto programa Constellation (dedicado a desarrollar soluciones para la exploración tripulada). Esto les permite controlar los costos de desarrollo y operaciones, algo importante si se tiene en cuenta que muchas de las críticas hacía la agencia espacial tratan con el sobrecosto de sus programas.
Para paliar las dudas, el director de la Nasa, Charles Bolden, explicó que, “este sistema de lanzamiento va a crear empleos a los ciudadanos con buen salario, asegurará la continuación de nuestro liderazgo en el espacio, y va a inspirar a millones alrededor del mundo”.
La propulsión del cohete nuevo es con hidrogeno y oxígeno líquidos, y puede subir hasta 70 toneladas métricas al espacio exterior (en un futuro tendrá la capacidad de levantar 130 toneladas métricas). Si se tiene en cuenta que el costo promedio para subir un kilogramo de material a la atmósfera es aproximadamente de 20.000 dólares (dependiendo del sistema de lanzamiento que se use), este sistema podría ser revolucionario si logra reducir dramáticamente el costo de envío por kilo.
Desde que los cohetes Saturn V llevaron a los astronautas del programa Apolo a la luna, Estados Unidos no había tenido un vehículo específicamente para la exploración tripulada (hay que tener en cuenta que los transbordadores eran naves de transporte, no de exploración). Y aunque este nuevo sistema apenas está en su etapa de desarrollo, los amantes de los programas espaciales tienen un nuevo avance qué seguir y no falta la pregunta más importante: ¿cuanto falta para que el hombre llegue a Marte?
Podemos ser optimistas, pues el SLS tiene previsto empezar con viajes de prueba a la Estación Espacial Internacional y seguir a la luna. El paso siguiente es el primer viaje del hombre a Marte. Sin embargo, todos conocemos los limites de presupuesto en los que se encuentra Estados Unidos, y en caso de ser descartado en un futuro, este no sería el primer programa ambicioso que la Nasa termina prematuramente. Lo único que podemos esperar es que el programa sea exitoso y, por qué no, que colabore con los programas espaciales de otros países.