Luz azul: ¿De dónde viene? Mitos y realidades sobre sus efectos en el ser humano

gafas

La luz azul se ha convertido en un tema recurrente en conversaciones sobre salud y bienestar. Pero, ¿de dónde proviene y qué efectos tiene en nuestro organismo?

La fuente principal es el sol. Cuando la luz del sol llega a la Tierra, se dispersa en la atmósfera y eso hace que veamos el cielo de color azul. Además del sol, también la obtenemos de dispositivos como teléfonos, tabletas y computadoras, así como de luces LED. Pero en términos naturales, el sol es la mayor fuente de luz azul que tenemos.

Mitos comunes

A medida que aumenta la preocupación por la luz azul, también han surgido numerosos mitos. Aquí desglosamos algunos de los más comunes:

 ¿Solo afecta la vista?

Realidad: Si bien es cierto que la exposición prolongada puede provocar fatiga ocular, sus efectos no se limitan solo a la vista. Esta luz también puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño, lo que puede afectar nuestro bienestar general.

¿Un problema solo por la noche?

Realidad: Aunque la exposición a la luz azul durante la noche es especialmente perjudicial para el sueño, el uso excesivo de dispositivos electrónicos durante el día también puede tener efectos adversos. Pasar mucho tiempo frente a pantallas puede causar fatiga mental y estrés.

¿Las gafas que bloquean la luz azul son una solución mágica?

Realidad: Las gafas que filtran la luz azul pueden ser útiles para reducir la fatiga ocular, pero no son una solución única para los problemas de sueño o salud ocular. Lo más efectivo es combinar su uso con una reducción en el tiempo de pantalla y prácticas saludables de sueño.

 ¿Afecta a los adultos?

Realidad: La luz azul afecta a personas de todas las edades, incluidos los niños y adolescentes. Dado que sus cuerpos y patrones de sueño están en desarrollo, la exposición excesiva a dispositivos electrónicos puede tener un impacto significativo en su salud y bienestar.

¿Usar dispositivos en modo nocturno elimina el problema?

Realidad: Aunque muchos dispositivos tienen configuraciones que reducen la emisión de luz azul, estas funciones no eliminan por completo su efecto en la producción de melatonina. Lo ideal es limitar el uso de dispositivos antes de acostarse.

Efectos para salud

La luz azul tiene tanto efectos positivos como negativos en la salud humana.

Regulación del sueño: La luz azul natural del sol es crucial para mantener en equilibrio los ciclos naturales de nuestro cuerpo, como el sueño, la temperatura corporal y la liberación de hormonas. Sin embargo, la exposición de esta luz artificial durante la noche puede suprimir la producción de melatonina, dificultando la conciliación del sueño y afectando la calidad del mismo.

Fatiga ocular: Pasar horas frente a pantallas puede provocar síntomas de fatiga ocular, como sequedad, irritación y visión borrosa. Al ser más energética, puede generar un esfuerzo adicional en nuestros ojos, especialmente si no hacemos pausas regulares.

Impacto en el estado de ánimo: La luz natural puede mejorar el bienestar emocional durante el día. Sin embargo, la exposición excesiva a la artificial, especialmente en la noche, puede contribuir a problemas como la ansiedad y la depresión.

Salud a largo plazo: Aunque se necesita más investigación, algunos estudios sugieren que la exposición crónica podría estar relacionada con problemas de salud a largo plazo, como enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Por esta razón, es importante controlar la exposición en nuestra vida cotidiana.

Estrategias para reducir los efectos de la luz azul

Establecer límites de tiempo: Intenta limitar el uso de dispositivos electrónicos, especialmente en las horas previas a dormir para mejorar la calidad del sueño.

Usar filtros: activa el modo nocturno en tus dispositivos o utiliza aplicaciones que reduzcan la emisión de luz azul.

Optar por una iluminación cálida (amarilla): cambia a bombillas de luz cálida en tu hogar durante la noche para disminuir la exposición a la luz azul.

Practicar la higiene del sueño: establece una rutina de sueño que incluya técnicas de relajación, como la meditación o la lectura, y asegúrate de crear un ambiente propicio para dormir.

Hacer pausas regulares: Si trabajas muchas horas frente a la pantalla, recuerda tomar descansos para descansar tus ojos para reducir la fatiga ocular.

La luz azul es una parte integral de nuestro entorno moderno, con efectos tanto positivos como negativos en nuestra salud. Comprender su origen y los mitos que la rodean nos permite tomar decisiones informadas sobre su uso. Al implementar estrategias para mitigar su impacto, podemos mejorar nuestra calidad de vida, especialmente en lo que respecta al sueño y la salud ocular. En un mundo cada vez más digital, encontrar un equilibrio entre disfrutar de la tecnología y cuidar de nuestra salud es fundamental.

Imagen: Vadym Plysiuk

Redacción ENTER.CO

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