La Comisión Europea (CE) aceptó la última propuesta de Microsoft en el caso que les enfrenta sobre la nueva versión de Windows, que finalmente incluirá Internet Explorer, pero que ofrecerá un fácil acceso a navegadores de la competencia.
Así, cuando un usuario se conecte por primera vez a internet, Windows mostrará una pantalla en la que se podrá elegir el programa con el que se desea navegar.
Si el consumidor selecciona uno distinto al Explorer de Microsoft, el programa elegido se descargará en el computador y podrá instalarse como navegador predeterminado.
Internet Explorer estará incluido en Windows 7, que en octubre sucederá a Vista, pero podrá ser desactivado si el usuario lo desea.
La propuesta de la empresa estadounidense ha satisfecho a Bruselas, que ahora analizará si la medida es efectiva en la práctica para asegurar una “verdadera posibilidad de elección” a los consumidores, situación que se espera sea del todo aprobada y archivado el caso contra la compañía.
La CE y Microsoft han discutido durante meses la fórmula para facilitar en futuras versiones de Windows el acceso a navegadores alternativos como Firefox, Chrome u Opera y evitar así un posible abuso de posición dominante por parte de la compañía.
Bruselas amenazaba a Microsoft con una nueva multa millonaria por su política de vincular Internet Explorer con Windows y dificultar así, a su juicio, la competencia en el sector de los navegadores.
Como primera solución, la empresa propuso vender en Europa una versión de Windows 7 sin Internet Explorer, una opción que la Comisión no veía con buenos ojos, pues podía perjudicar a los consumidores.
En la propuesta finalmente aceptada, Microsoft -además de ofrecer al usuario la opción de descargar otro navegador- se compromete a permitir a las empresas que ensamblan ordenadores e incluyen Windows en ellos instalar otro programa como predeterminado y desactivar Internet Explorer.
Por otra parte, Bruselas anunció además que Microsoft ha hecho varias propuestas para facilitar la interoperabilidad de sus productos con los de otras empresas, unas medidas que la CE aún quiere analizar.
La Comisión mantiene desde hace años una dura batalla con el gigante estadounidense, al que ha multado con un total de 1.676 millones de euros por no respetar las reglas de competencia.
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