Para el legendario cantautor minnesotano Bob Dylan, la tecnología podría ser el último clavo en el ataúd de la civilización. Si hablamos de música y canciones, el streaming dejaría de convertir temas nuevos en clásicos, como sí lo hizo la radio y el vinilo. ¿Por qué?Bob Dylan conquistó el mundo en la década de 1960 como un cantautor que desafió las convenciones y vendió millones de discos. Ha ganado innumerables premios, incluidos 10 Grammys, un Oscar y un Premio Nobel de Literatura en 2016. Recientemente, en el marco del lanzamiento de su libro “The Philosophy of Modern Song” (Simon & Schuster), donde hace un análisis principalmente sobre la historia de canciones de mediados del siglo XX, Dylan respondió una entrevista para The Wall Street Journal, relacionada con la música actual.En la conversación recordó cómo conoció los temas que le marcaron para convertirse en músico: “Escuché por primera vez la mayoría de las canciones de mi libro: en la radio, tocadiscos portátiles, máquinas de discos. Mi relación con ellos al principio fue externa, luego se volvió personal e intensa. Las canciones eran sencillas, fáciles de entender. Vendrían a ti directamente, te dejarían ver el futuro”.Sobre el consumo de música por medio de plataformas digitales, el gran poeta nacido en Duluth (Minnesota), hizo agudas reflexiones: “El streaming ha hecho música demasiado suave e indolora. Todo es demasiado fácil. Somos adictos a las píldoras, cabezas de cubo y excursionistas de un día, pasando el rato, engullendo demonios azules. Todo es demasiado fácil, demasiado democrático. Necesitas un detector de rayos X solares solo para encontrar el corazón de alguien, ver si todavía tiene uno”.También se refirió a su manera de explorar la música a sus 81 años: “Actualmente escucho música: en CD, radio satelital y streaming. Me encanta el sonido de los vinilos antiguos, especialmente en un tocadiscos de válvulas de aquellos tiempos. Compré tres en una tienda de antigüedades en Oregón hace unos 30 años. La calidad del tono es tan poderosa y milagrosa, tiene tanta profundidad. Siempre me retrotrae a los días en que la vida era diferente e impredecible”.
Te puede interesar:¿Cuánto gastan los colombianos en plataformas de streaming?
Dylan describió el encuentro con las canciones que le marcaron como visceral: “Cuando escuchas una gran canción sigue la lógica del corazón y queda en tu cabeza. No tienes que ser un gran cantante para cantarlo. Es campana, libro y vela. Te toca en lugares secretos, golpea tu ser más íntimo. Hoagy Carmichael escribió grandes canciones, al igual que Irving Berlin y Johnny Mercer”.Entre tanto, la relación que tienen hoy los jóvenes melómanos con la tecnología, la describe algo esotérica: “Es un espectáculo de magia, evoca espíritus, es una extensión de nuestro cuerpo, como la rueda es una extensión de nuestro pie. Pero podría ser el último clavo en el ataúd de la civilización; simplemente no lo sabemos. Nikola Tesla, el gran inventor, dijo que podía derribar el puente de Brooklyn con un pequeño vibrador. Hoy, probablemente podamos hacer lo mismo con una computadora de bolsillo. Iniciar sesión, cerrar sesión, cargar y descargar; todos estamos conectados”.Pero lo que más llama la atención en las declaraciones del cantautor de “You´re No Good” es su pronóstico sobre los futuros clásicos: “Muy pocas canciones de hoy pasarán a convertirse en estándares. ¿Quién va a escribir normas hoy? ¿Un artista de rap? ¿Una estrella del hip-hop o del rock? ¿Un raver, un experto en samples, un cantante pop? Eso es música para el establecimiento. Es fácil de escuchar. Simplemente parodia la vida real, sigue los movimientos, actúa. Un estándar está en otro nivel. Es un modelo a seguir para otras canciones, una entre mil”.Finalmente, Dylan se puso en el lugar de los músicos actuales en tanto al arte de componer y la inspiración: “Escribo canciones cuando: el estado de ánimo me golpea, no con una rutina establecida. La tecnología realmente no me ayuda: relájate. Estoy demasiado relajado. La mayor parte del tiempo me siento como una rueda pinchada, sin motivación, positivamente sin vida. Me cuesta mucho estimularme, y soy una persona excesivamente sensible, lo que complica las cosas. Puedo estar totalmente a gusto un minuto, y luego, sin motivo alguno, me pongo inquieto e inquieto; no parece haber ningún término medio”.Referente a su música favorita dijo que era la combinación de géneros. Baladas lentas, baladas rápidas, cualquier cosa que se mueva. Western swing, hillbilly, jump blues, country blues, todo. Doo-wop, Ink Spots, Mills Brothers, Lowland baladas, Bill Monroe, bluegrass, boogie-woogie. “Los historiadores de la música dirían que cuando lo mezclas todo se llama rock ‘n’ roll. Supongo que ese sería mi género favorito”.
Imagen: Creative Commons