Más de 14 millones de personas ya usan Twitter para compartir sus vivencias con el resto del mundo en solo 140 caracteres, pero el popular servicio de micro-blogging tiene también cada vez más adeptos en el mundo empresarial.
Para multinacionales como Starbucks, Dell o Amazon, Twitter se está convirtiendo en una herramienta útil en sus relaciones públicas y en una excelente fuente de información sobre las opiniones de sus clientes, cada vez más ‘enganchados’ al servicio.
Para Twitter, su popularidad entre las empresas podría ser la solución a sus problemas para lograr ingresos.
Pese a su imparable crecimiento -la página dobló su número de visitantes entre febrero y marzo según Comscore- Twitter no es rentable y actualmente se financia a través de inversiones de firmas de capital de riesgo.
Evan Williams, Biz Stone y Jack Dorsey, sus fundadores, ya han señalado que proyectan crear servicios de pago para clientes corporativos que hasta ahora no pagan nada por ‘twittear’.
Algunas de las primeras compañías en darse cuenta del potencial de esta red social han sido, curiosamente, los medios de comunicación tradicionales a los que Twitter hace la competencia.
Eventos como el aterrizaje de un avión de American Airways en el río Hudson el pasado febrero llegaron antes a Twitter que a las cadenas de televisión.
Algunas de ellas, como CNN, tienen varias cuentas en Twitter y un buen número de seguidores, si bien esta cadena en concreto acaba de ser superada en una competición pública por el actor Ashton Kutcher, quien logró primero un millón de seguidores.
EL TIEMPO tiene su canal en www.twitter.com/eltiempocom, al igual que la revista Enter 2.0 en www.twitter.com/RevistaEnter, desde donde a diario envían las últimas noticias a los suscritos.
La voz del ciberpueblo
Para el minorista en Internet Amazon, Twitter se convirtió en un quebradero de cabeza en días pasados, cuando una pequeña revolución contra la empresa se desencadenó en esa red social.
Un escritor estadounidense descubrió que los libros de contenido gay habían desaparecido de los listados de Amazon y lo denunció con un mensaje en Twitter que leyeron sus 200.000 seguidores. La protesta se extendió como pólvora en la red social y Amazon enmendó pronto el error de catalogación que afectaba a 57.000 títulos y que atribuyó a un problema técnico.
Twitter permitió también a Dell, fabricante de PC, descubrir que sus usuarios no estaban satisfechos con el teclado del portátil Mini 9. La tecla del apóstrofo y la de enter estaban demasiado juntas, lamentaban, un problema que Dell corrigió en el Dell Mini 10.
En Starbucks, los clientes solían dejar sus quejas escritas en un buzón en los establecimientos de esta cadena estadounidense de cafeterías. Hoy escriben en Twitter, lo que permite a la firma reaccionar con mayor rapidez.
Así, cuando el pasado mes se extendieron rumores de que la empresa no distribuiría café a las tropas en Iraq en protesta por la guerra, la compañía lo desmintió con un breve mensaje en Twitter que remitía a un comunicado en la página web de la firma.
Twitter ha sido también uno de los principales medios elegidos por la cadena de pizzerías Domino’s para hacer frente al peor escándalo en la historia de la empresa.
Dos empleados de Domino’s Pizza en Carolina del Norte colgaron en YouTube varios videos desagradables en los que aparecían poniendo mocos en los emparedados que vende la cadena.
La noticia y el enlace a los videos se propagaron rápidamente en Twitter, por lo que las directivas de Domino’s decidieron emplear las mismas armas: abrir una cuenta en Twitter para explicar lo sucedido y escuchar a los clientes.
Su competidor Pizza Hut ha decidido, incluso, hacer de Twitter una actividad profesional y creó el puesto de ‘twittero’ oficial de la compañía.
Esta persona trabaja en la sede de la cadena y será “nuestro periodista en redes sociales, con la labor de contar en 140 caracteres o menos todo lo que pasa en Pizza Hut”, dijo un portavoz de la firma.
Efe
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