El consumo de vapeadores y cigarrillos electrónicos ha sido polémico casi que desde sus inicios, sin embargo, son pocos los países que han prohibido su uso. Francia, Nueva Zelanda y Singapur son algunos de los territorios que han tomado medidas contra este tipo de dispositivos, y ahora España se acaba de sumar. El Gobierno de España decidió prohibir la venta de cigarrillos electrónicos desechables con saborizantes. La nueva prohibición hace parte de una serie de regulaciones que vienen adelantando desde el Ministerio de Sanidad con el fin de disminuir el consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores entre los jóvenes. Uno de los principales motivos detrás de esta prohibición es el aumento del consumo de vapeadores entre los adolescentes. Las investigaciones sugieren que los jóvenes que comienzan a usar estos dispositivos tienen un mayor riesgo de desarrollar una dependencia de la nicotina, que a su vez puede llevarlos a consumir cigarrillos convencionales en el futuro. El atractivo de los cigarrillos electrónicos con saborizantes, que incluyen sabores frutales o dulces, ha sido identificado como un factor clave que impulsa su consumo entre los más jóvenes. Aunque algunos de estos productos están libres de nicotina, la exposición a otros químicos tóxicos sigue siendo una realidad preocupante, tanto para los usuarios como para las personas a su alrededor.
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Impacto ambiental de los cigarrillos electrónicos desechables
Otra de las razones detrás de esta prohibición es el impacto ambiental que los cigarrillos electrónicos desechables están generando. Estos dispositivos, al ser de un solo uso, están contribuyendo a la acumulación de residuos plásticos y electrónicos. Su eliminación inadecuada provoca que muchos de estos productos terminen en vertederos o incluso en el mar, donde tardan años en degradarse. Esta situación ha provocado que tanto organizaciones ambientalistas como gobiernos locales presionen para implementar regulaciones más estrictas sobre su venta y distribución.Con esta medida, España se suma a un creciente número de países europeos que han comenzado a regular más estrictamente el uso y la comercialización de cigarrillos electrónicos. El Reino Unido y Francia, por ejemplo, ya han implementado regulaciones similares para limitar la exposición de los jóvenes a estos productos.Imagen: Claudia Ramírez