¿Están entretenidos? Esta última temporada de ‘Game of Thrones’ ha despertado más divisiones de lo esperado (o quizás es una metáfora muy inteligente de lo que pasa en Westeros). Están quienes han resultado decepcionados con la falta de muertes o la resolución de ciertos eventos. La muerte del Rey de la Noche ha resultado ser uno de esos puntos polémicos entre quienes van a bautizar a las próximas cinco generaciones de su dinastía con el nombre de Arya, contra aquellos que se sintieron desilusionados de que todo terminara en cuestión de segundos.
Así, el más reciente episodio de ‘Game of Thrones’ regresa a sus raíces de traiciones, planes en la oscuridad y muertes inesperadas. Por supuesto, en nuestro análisis del Cuervo de 4 ojos estaremos dando detalles sobre lo que vimos, por lo que los spoilers están advertidos.
El lobo en la habitación
Ayer las redes estaban indignadas con ‘Game of Thrones’. No por la muerte de Rhaegar o la de Missandei. El motivo de su molestia se encontraba en la despedida de Jon con Ghost (que para sorpresa de muchos, sobrevivió la horda de muertos). El lobo huargo había desaparecido de pantalla en las últimas temporadas y su participación se había limitado a cameos.
Así que su adiós era inminente. Lo que no sentó bien fue que Jon ni siquiera se despidiera de él con una caricia en el lomo o la cabeza. Esto, considerando que el animal salvó su vida en varias ocasiones y era su vínculo con sus hermanos.
En la logística, tiene sentido que Jon no interactuara con el lobo. Benioff y Weiss (creadores de la serie) han dicho en varias entrevistas que el poco tiempo en pantalla de los huargos tiene que ver con lo costoso y difícil que es llevar a estos animales a la pantalla real y conseguir que se vean reales. El problema se multiplica cuando, además, requieren que los actores interactúen con ellos de alguna manera.
Pero los fans de los libros están indignados con el trato que la serie ha dado a uno de elementos más fascinantes de su historia. Al menos podemos estar agradecidos de que Ghost no haya muerto como vivió: fuera de pantalla.
Bron ¿decepción o preparación?
Después de tres fines de semana preguntando dónde estaba Bron, en el más reciente episodio vimos al mercenario aparecer y emboscar a los hermanos Lannister. El problema quizás estuvo en que muchos esperábamos que su entrada al escenario incluyera la muerte de alguno de los leones. Pero en vez de eso, toda la tensión termina en Tyrion prometiéndole ser el señor de Dominio.
No tengo claro cuál es el propósito de esta subtrama. Si la idea era cerrar el ciclo de Bron, el resultado es poco interesante. Desde un inicio, la gracia con este personaje ha sido que se vende al mejor postor, entre su simpatía por Tyrion y el hecho de que lo mataría por el precio correcto. Entonces ¿cuál era la idea de que Cersei lo mandara al norte? Hay un dejo de esperanza en que esta misión culmine en alguna muerte y no que el mercenario termine desperdiciando minutos de la última temporada de ‘Game of Thrones’.
‘Game of Thrones’ quiere vender a Danny como el enemigo final
A estas alturas no hay dudas. El final de la serie quiere enfrentar a Jon con Daenerys por el trono de hierro. La reina está cayendo bajo la misma locura de su padre, sintiéndose cada vez más aislada y amenazada por su sobrino, que no está interesado en el trono. ¿Qué es lo que hace falta para terminar de empujarla a la locura? Parece que los creadores han determinado que será la muerte de los habitantes de Kingslanding, que sufrirán la pena de la reina por la muerte de Rhaegar y Missandei.
También está la traición de Varys, que ha confesado no seguir apoyando la causa de su reina y ver en Jon a un legítimo rey. Con esto, los únicos aliados que le quedan a la Madre de dragones son Greyworm y Tyrion. Uno de ellos, probablemente no pasará de siguiente episodio. Con esto cada vez se ponen más piezas en la tragedia griega que quiere formar la última temporada de ‘Game of Thrones’. Dos dragones luchando por el trono de Westeros.
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Imágenes: HBO
