No. Ahora no solo las películas de súper héroes te ponen a esperar después de que se acaban para mostrar sorpresas. ‘Rápidos y Furiosos’ lleva un tiempo haciendo esto también, pero como no tienen un universo cinematográfico (¿se imaginan la versión del MCU con Dominic Toretto?) muchos salen de la sala apenas los créditos comienzan a rodar.
Por eso, si no tienes el tiempo o la vejiga para aguantar a que todos los créditos corran y tuviste que salir volando de la sala, perdiéndote las escenas pos créditos de ‘Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw’, en ENTER.CO te contamos qué fue lo que ocurrió en ellas.
Ninguna de las escenas es particularmente relevante, pero no está de más hacer una advertencia de spoilers (en el caso extraño de que alguno de los elementos de lo que vamos a decir represente un anticipo importante).
Matar a un hombre con un ladrillo es muy fácil
Uno de los personajes que entrega la mayoría de escenas de humor en la película es el agente de la CIA Locke, interpretado por el actor Ryan Reynolds. La primera sorpresa la vemos cuando él está luchando contra una multitud de matones y realiza una llamada a Hobbs para pedirle su ayuda con un ‘nuevo virus que está vez desintegra a las personas de afuera para dentro’.
Inicialmente Locke confunde a Hobbs con su hija Sam, asegurando que “ambos tienen una voz idéntica y que deberían tener un método para identificarse”. Pero el verdadero chiste está cuando Locke comienza a quejarse por el final de ‘Game of Thrones’, asegurando que “cómo es posible que Jon Snow tenga sexo con su tía y luego la mate”, no sin antes ser interrumpido por alguien más que le dispara.
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Recibimos una segunda ‘mini escena pos créditos’ más adelante cuando el personaje de Reynolds aparece de nuevo y le pide a Hobbs que, por favor, acelere la extracción ya que está sangrando y le pide que le lleve una bolsa. Luego le dice que su tipo de sangre lo representa a él (B Positivo, un juego de palabras en inglés con ‘se positivo’).
Pero no se asusten, porque resulta que la sangre de Locke no es de él. ¿Recuerdan la escena en la cafetería, al inicio de ‘Hobbs & Shaw’, cuando está sorprendido de que alguien hubiera apuñalado a otra persona con un ladrillo? Pues resulta que hasta Locke puede hacer este truco ya que, al final de la película, afirma que es algo muy fácil de hacer y luego vemos el cadáver de un matón con un bloque de cemento en el pecho.
La venganza es un plato frío en Hobbs & Shaw
Para ver la segunda escena pos créditos de ‘Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw’ deben quedarse hasta el final de la película. La sorpresa comienza con Shaw recibiendo una llamada de su anterior compañero, molestándolo al preguntar si la razón por la que lo contacta es porque descubrió que no puede salvar el mundo sin él.
Pero Hobbs tiene algo mejor en mente. Le dice que no se quiere perder lo siguiente y unas sirenas comienzan a sonar a lo lejos. Luego, desde un altavoz, escuchamos a un agente de policía que llama a Shaw por un nombre inventado (una retaliación por su broma en el aeropuerto y la inspección incomoda por la que lo hizo pasar). Pero, más importante, es que con este acto Hobbs está cumpliendo su promesa de que va a ir por él. Por supuesto, él debería saber mejor que nadie que un grupo de policías no es suficiente para detener al espía, así que seguramente solo está mandando un saludo para su próximo encuentro.
Imágenes: Universal Pictures
