Evaluación: ‘Dota: Sangre de dragón’

No culparía a muchos que se alejen de ‘Dota: Sangre de dragón’ después de su primera temporada. Aunque la serie tiene virtudes innegables.

Netflix tiene una historia mixta cuando de adaptaciones se trata. Pero en el espíritu de ser justos con la plataforma, series como ‘The Witcher’ o ‘Castlevania’ han demostrado intentos sinceros por hacer algo más que buscar dólares adicionales en el renombre de estas franquicias. Por eso, cuando se anunció que el servicio iba a estar a cargo de una adaptación de ‘Dota’, el ánimo fue positivo. Quizás era el trabajo de Netflix el traer estas historias al alcance de los usuarios.

‘Dota: Sangre de dragón’ toma inspiración del MOBA de Valve, ‘Dota 2’.  La historia comienza cuando Davion, un caballero dragón, se encuentra limpiando un nido de Wyverns y por casualidad se encuentra con un dragón antiguo asesinado por un demonio. Al mismo tiempo Fymryn, una elfa, roba los lotos de la diosa Selemene y desencadena sin saberlo una campaña de sangre y venganza.

No culparía a muchos que se alejen de ‘Dota: Sangre de dragón’ después de su primera temporada. Aunque la serie tiene virtudes innegables, también resulta un punto menos que ideal desde el cual comenzar a acercarse a la franquicia. Su historia busca rendir homenaje a la historia del juego, pero se convierte en un laberinto imposible de franquear para aquellos con poco paciencia o que solo quieren ver algo para entretenerse. Su animación oscila entre aquellos puntos en los que muestra todo el talento y Studio Mir (Voltron: Legendary Defender o la película animada de ‘The Death of Superman’). En sus peores momentos tiene un CG que lastima cualquier progreso que el carisma de sus personajes pueda lograr.

La barrera de ‘Dota: Sangre de dragón’

La primera advertencia que se debe hacer sobre la serie de ‘Dota: Sangre de dragón’ es que resulta todo, menos un punto de entrada para aquellos nuevos a la franquicia. Es posible que aquellos que llevan años disfrutando el MOBA de Valve encuentren en su historia una serie animada que haga justicia al material original o que la transforme. Pero sin el conocimiento previo para crear una idea de qué se está viendo, lo que queda es un show que no consigue entregar las bases de su mundo a las personas que por primera vez viajan a él.

En sus peores momentos ‘Dota’ es más que críptico. En su último capítulo es espectador tiene que hacer un esfuerzo adicional por tratar de entender qué es lo que está ocurriendo, cuáles son las motivaciones o cómo funciona su mitología. Como resultado, nunca se siente que haya un propósito detrás de sus capítulos. Sí, son entretenidos, pero esto no basta cuando estás presentando un mundo por primera vez. La historia de este primer arco es una mezcla de historias que jamás terminan de conectar, que carecen de atractivo porque son mostradas en el orden incorrecto o con piezas insuficientes para tomar una determinación.

Héroes con carisma

Dota: Sangre de dragón

Lo que si consigue hacer ‘Dota’ bien es presentar a su elenco de personajes con un carisma inesperado. Permite que Davion sea algo más que el Paladín tradicional y que su relación con Mirana se desarrolle con una química que resulta más realista y que en los mejores momentos nos recuerda la misma dinámica del trío de ‘Castlevania’. Es fácil recordar a los personajes de ‘Dota’ gracias al talento de voz de sus actores y que todos a su manera consiguen dejar una impresión.

Quizás nos hubiera gustado que la serie se enfocara más en explorar a estos héroes a través de estas interacciones y no que a menudo los pusiera a trabajar en pro de una trama que ni la misma historia parecía entender del todo a donde se dirigía. Es quizás la razón por la que muchos (en especial aquellos que no son fans de Dota) regresarán. Los personajes tienen esa capacidad de atracción que es uno de sus mejores atributos, pero siendo honestos se siente que esta historia no los aprovecha, en especial considerando el tiempo limitado que tiene para hacerlo (tan solo 8 episodios).

Una animación inconsistente

Dota: Sangre de dragón

En sus mejores momentos ‘Dota’ es un espectáculo visual. Cuando la serie quiere irse full ‘Castlevania’ consigue una serie de secuencias que no solo consiguen captar la magia de su universo, sino que demuestran todo el talento que tiene su estudio. Son estos momentos los que consiguen que la serie se eleve por encima de otras producciones y que aceleren el corazón.

Pero también hay otros momentos en los que ‘Dota’ da varios pasos atrás y rompe la magia. El uso de CG, especialmente en los combates que involucran a varios ejércitos, es doloroso de ver. Los modelos se distinguen a leguas y terminan por robar el protagonismo a otro tipo de escenas. Las animaciones se vuelven blandas, la sangre se siente falsa y en general ‘Dota’ pasa de ser un relato de guerreros a otro anime de fantasía más.

No hay algo que sobresalga en particular. Es una animación que es inconsistente y que lastima, tanto como agrega. Es un defecto como una cualidad.

Conclusión: ‘Dota 2’, pero para todos 3.7/5

‘Dota’ deja clara sus intenciones de una segunda temporada. Leyendo los post de fans del juego, es claro que la comunidad está detrás de esta idea. La pregunta es cuántas de las personas se atreverán a seguir su camino. El potencial está allí, pero quizás sea demasiado atrevido el esperar a otra tanda de capítulos para corroborar si los episodios anteriores cobran sentido. Es claro que esta es una serie para los fans. Cumple este propósito a cabalidad. Pero creemos que debería ser una persona para todos. Este es el primer obstáculo que una nueva tanda de capítulos debe cumplir.

‘Dota’ es una lección para todas las demás adaptaciones que está trabajando Netflix. Porque sin duda la plataforma es la muestra de que occidente hay un enorme talento para animar, capaz de competir en futuro con las maravillas de Japón. Pero todo inicia con una historia que nos pueda emocionar, que sea algo más que una maratón para pasar el rato. Esta sería la verdadera victoria a la que ‘Dota’ debe apelar.

Jeffrey Ramos González

Jeffrey Ramos González

Mi papá quería que fuera abogado o futbolista. Pero en vez de estudiar o salir a la cancha, me quedé en la casa viendo 'Dragon Ball Z', jugando 'Crash Bandicoot' y leyendo 'Harry Potter'. Así que ahora que toca ganarse la 'papita' me dedico a escribir de lo que sé y me gusta. Soy periodista graduado de la Javeriana, escritor de ficción. He publicado en El Tiempo, Mallpocket, entre otras revistas.

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