Disney se viste de Colombia este fin de semana. Desde que se anunció que el estudio animado más grande tomaría a Colombia como su nueva fuente de inspiración para una cinta con el nombre de Encanto, se despertó una mezcla de orgullo con la esperanza de que el trato del estudio nos presentara un filme a la altura de Coco (que viene a ser el primer referente de muchos).
Encanto tiene lugar en las montañas de Colombia con la familia Madrigal como protagonista. Años atrás un milagro entregó a la matriarca de la familia una casa, junto con un don único para cada uno de sus hijos. Sin embargo, Mirabel se convierte en la primera Madrigal a la que no se le entrega un don, al mismo tiempo que la casa en la que vivió comienza a derrumbarse y los dones de su familia amenazan con perderse.
Encanto no es la mejor película animad de Disney en los últimos años, pero no por eso deja de ser una buena y entretenida. Si tienes las expectativas realistas de entender que no se trata de un documental de Disney sobre nuestra cultura te encontrarás con un filme que hace unos guiños bastante respetuosos a nuestra cultura. En el campo musical tiene sus altos y sus bajos, aunque algunas de sus canciones son exitazos para no sacarse de la cabeza jamás. Su historia es algo predecible y no tiene el mismo impacto emocional que otros filmes del estudio, pero no por eso es menos efectiva en ser entretenida.
Encanto no es una foto de Colombia (y no tiene que serlo)
Salgamos del tema de una sola vez: si estás esperando en Encanto ver una representación exacta de la familia colombiana o del colombiano de la montaña… estás en el lugar equivocado.
Encanto es un tutti frutti de formas de vestir, colores de piel, frases, comidas y familias. Lo que, a nuestro parecer, no es un demerito en el filme de Disney. Por el contrario, parte de la diversión en el filme está en descubrir estos pequeños guiños y disfrutar por el hecho de contar con una película del estudio en la que tenemos chigüiros, casas tradicionales, arepas con queso y algo de vallenato. Son pequeños guiños que no buscan ser una representación exacta de un tipo de familia colombiana… porque aceptemos el hecho de que esto es una imposibilidad lógica.
Y para algunos esto puede ser un problema, porque no encaja en su definición de lo que ‘es Colombia’ o como debe sonar ‘Colombia’ o cómo se debe ver ‘Colombia’… pero esto no es un problema de la película, sino del espectador. Encanto toma inspiración en lo colorido y diverso de nuestra cultura, de nuestras regiones y de nuestro país para crear su versión mágica de las montañas de Colombia.
¡Súbale a esa tropi-cumbia!
La música de Encanto, sin lugar a duda es de lo mejor de la película. No todas las canciones pegan con la misma fuerza, pero el talento de Lion Manuel Miranda desborda en aquellas que no te puedes sacar de la cabeza y que, para ser honestos, pagan por completo la boleta.
Hay además una mezcla de ritmos que hacen de la banda sonora de Encanto una de las más diversas de los filmes de Disney (incluso más que Coco). Desde el reggaetón tropical de Surface Pressure (la canción de la hermana mayor de la familia Madrigal), hasta el pop/bolero de We Don’t Talk About Bruno…
No todas las canciones pegan tan bien… en especial algunas que pierden alguna de la fuerza con el doblaje (que para ser justos hace su mejor esfuerzo, aunque nunca llega a los mismos niveles, como por ejemplo en la canción inicial de la familia madrigal).
Todo esto es para recordar que Encanto a momento se siente más como un musical, que como una de las películas animadas de Disney más recientes. Lo que significa que es muy posible que sea el ritmo de encanto el que termine de vender o no la película.
Encantados… pero no maravillados
Aquí viene quizás la comparación molesta: ‘Encanto’ no es tan buena como ‘Coco’ (que viene a ser el filme con el que es más fácil de comparar) y la razón es bastante sencilla: su historia no termina de conectar con tanta efectividad, en especial en su acto final.
Encanto hace una cosa bien y es convertir el ‘drama familiar’ de la familia Latinoamericana a una historia de tipo Disney: el tío raro y desheredado, la matriarca dura y que dirige la familia como una compañía, la hermana mayor que siente que el peso entero del hogar está en sus hombros. Incluso hay esas cosas más sutiles que nos llegan al alma. Como la comida de mamá que lo cura todo… todos estos temas encajan como anillos al dedo al filme.
La cosa es que Encanto también camina en rutas fáciles de predecir, que no la hace una mala película, pero si la hace retroceder ante el catálogo de filmes asombrosos que el estudio nos ha entregado en los últimos años. A la conclusión, en particular le falta un peso para el dólar y de esa manera conseguir rompernos el corazón de la misma manera que lo hizo Coco.
Mención de honor a Disney por intentar retratar la violencia de Colombia (a su manera) con una última escena que en las repeticiones solo mejora.
Encanto: Disney a la colombiana suena mejor que el himno 4.25/5
Encanto es el viaje obligatorio este fin de semana si vas a las salas de cine. Si puedes quitar los prejuicios snobs y aceptar el encanto irrealmente mágico de la Colombia de Disney, te encontrarás con una cinta que tiene carisma, buena música, algunas escenas que en nuestro país nos sonarán a gloria y agua panela. Quizás no sea la mejor cinta de Disney en la última década (o incluso este año), pero sigue siendo uno de los más divertidos filmes del estudio y un filme que garantizamos veremos en nuestro país hasta la repetición en los últimos años.
Imágenes: Disney