El detective más famoso finalmente llegará al dominio público. A partir del 1 de enero las últimas obras de Sir Arthur Conan Doyle de Sherlock Holmes finalmente estarán libres de la prisión de los derechos de autor. No son las únicas obras que entran dentro de la lista con la película de ciencia ficción Metropolis y la novela Al Faro (To the Lighthouse).
Para aquellos que no tengan muy claro cómo funciona el dominio público: todas las obras artísticas (libros, películas, canciones, etc.) están sujetas a los derechos de autor. Esto significa que son productos que no pueden ser utilizados o adaptados sin la autorización de sus creadores o, en la mayoría de los casos, las compañías que tienen los derechos de las mismas.
Sin embargo, después de ciertos años, estas obras artísticas entran al dominio público después de algún tiempo cuando la protección de derechos de autor expira. La cantidad de años está determinada por cada legislatura. La mala noticia, sin embargo, es que en la actualidad la mayoría de normas protegen los derechos de autor de una obra por 70 a 100 años después de la muerte del autor, lo que significa que el dominio público en la actualidad es bastante limitado en su alcance.
La entrada de Sherlock Holmes al dominio público significa que, por ejemplo, a partir de 2023 puedes crear un videojuego que adapte una de las historias originales de Conan Doyle o realizar una película independiente de alguno de sus casos. Por otro lado, no significa que puedas realizar las mismas cosas con la película de la detective protagonizada por Robert Downey Jr. de 2009, porque esta cinta está protegida por unos derechos de autor diferentes.
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El caso de Sherlock Holmes también es curioso, porque hasta el momento solo una porción de sus historias había entrado al dominio público. Esto significaba que muchas de las adaptaciones que en teoría el personaje de Sherlock Holmes hacía parte del dominio público… pero al mismo tiempo no. Lo que significó para muchas de las adaptaciones recientes que hicieron uso del nombre Holmes o del apellido Holmes algunos dolores de cabeza legales.
Por ejemplo, en estos momentos Netflix está en una batalla legal por sus películas de Enola Holmes, que hacen uso del personaje de Sherlock Holmes. Lo mismo ocurrió con diversos libros en años recientes que hicieron uso del detective y terminaron en pleitos cuando se demandó el uso del personaje. Es un conflicto que, para ser justos, siempre ha terminado a favor de los demandados, por ejemplo, en 2014 una corte de los Estados Unidos determinó que la ley de derechos de autor no cubrió referencias a Sherlock Holmes, el Dr. Watson, , 221B Baker Street (la legendaria dirección de su consultorio) o incluso las menciones de su adicción a la cocaína.
Imágenes: BBC