Netflix se sigue imponiendo en el mercado con sus series originales. Ahora es el turno para ‘Glow’, la más reciente producción de la compañía que ya cuenta con una calificación de 96% en Rotten Tomatoes y que ha sido aclamada por la crítica especializada. La creadora de ‘Glow’ es Jenji Kohan, quien también está detrás de ‘Orange is the New Black’ serie que junto a ‘House of Cards’ han sido las piedras angulares de la realidad actual de la compañía.
‘Glow’, golpes y nostalgia
Pero, ¿a qué se debe su éxito? Por un lado tenemos la incursión en el ‘wrestling’ femenino y la alusión a los años 80. Por otro lado, que por supuesto nos entretiene y hace reír. La serie cuenta la historia de un grupo de mujeres que acuden a un casting del que saben poco. Posteriormente se enterarán de que serán las futuras estrellas de un programa de televisión de lucha libre femenino. Con este programa serán pioneras en un deporte-espectáculo reservado a los hombres, tanto como espectadores como competidores. Estas mujeres se lo tomarán en serio y trabajarán duro para que llegue a puerto un barco con unos capitanes poco confiables.
‘Glow’ se puede definir como una historia de resiliencia femenina en el marco de una comedia ochentera centrada en el mundo de la lucha libre. Si bien la serie comparte notables elementos con ‘Orange is The New Black’, logra abrirse su propio camino a base de golpes, cardados (peinados altos) y trajes pintorescos. Sus episodios duran solo media hora y cada capítulo tiene un cierre que invita a no despegarse del siguiente y activar el ‘modo maratón’.
Con una premisa divertida, un grupo de personajes con los que se puede simpatizar y unas historias contadas con mucha humanidad, ‘Glow’ se presenta como un entretenimiento ligero muy ameno que, a pesar de la ambientación, no abusa de la nostalgia. Además, podremos gozar de la música ochentera y recordar un poco de las épocas en que Hulk Hogan se tomó la pantalla chica.
Comedia o drama, una balanza que no se inclina
Quizás el único problema es que ‘Glow’, sin dejar de ser una comedia de carcajadas, no logra momentos dramáticos brillantes para sus personajes, quizás con la excepción de las dos protagonistas, Ruth y Debbie. El elenco de personajes secundarios deja con ganas de ver más. No se aprovecha el potencial de personajes como Tammé o Sheila, pues no llega a entrar en profundidad en sus vidas.
Imagen: Captura de pantalla
