La estadounidense Kristen Stewart tiene una prolífica carrera, con actuaciones en filmes como ‘Panic Room’, junto a Jodie Foster y Jared Leto; ‘Zathura: A Space Adventure’, dirigida por Jon Favreau y con la actuación Josh Hutcherson, o por su papel como la icónica estrella del rock Joan Jett en ‘The Runaways’, junto a Dakota Fanning y Michael Shannon, pero su cara se hizo conocida principalmente por su papel como Bella Swan en la saga ‘Crepúsculo’, que también le dio un salto a la fama a Robert Pattinson.
Por eso no es de extrañar que la actriz de 29 años tenga un gran número de fans, que ya la echaban de menos, dado que poco sabíamos de ella desde 2016, cuando la vimos interpretando a Vonnie en la película de Woody Allen ‘Café Society’, con Jessie Eisenberg, y en el videoclip de The Rolling Stones ‘Ride ‘Em On Down’, entre otras producciones.
Pero el momento de esos fans ha llegado, porque ahora Stewart llega a las salas de cine en Colombia con dos filmes al mismo tiempo, que se estrenan el 9 de enero: es el ángel rebelde Sabina Wilson en ‘Los ángeles de Charlie’ e interpreta a Norah Price, la protagonista del thriller psicológico ‘Amenaza en lo profundo’.
Afrontando miedos para regresar a la gran pantalla
Precisamente sobre su regreso al celuloide luego de tres años, Stewart dijo que “no había hecho una gran película en mucho tiempo y quería hacer algo que no fuera una obsesiva meditación intelectual de cinco semanas, sino más bien algo que se sintiera realmente físico y que te hiciera pasar un buen momento, estando en el borde de la silla con el suspenso”.
Con esas palabras, Stewart se refería específicamente a su papel en ‘Amenaza en lo profundo’ como Norah Price, una fuerte y valiente mujer que lidera a su grupo de compañeros de la estación minera Kepler, ubicada en la Fosa de las Marianas (el área más profunda de la Tierra), para escapar de un extraño y terrible peligro que despierta luego de un terremoto y que empeoran con las dificultades físicas de estar en el fondo del mar, porque su única esperanza es viajar a pie a una plataforma abandonada conocida como Roebuck.
Si bien las personalidades de Stewart y Price no parecen distar mucho, el papel representó un reto para la actriz que, lejos de amedrentarla, la impulsó para hacer parte del filme dirigido por William Eubank: “Tengo un gran miedo al agua en general, así que pensé que era una perspectiva atractiva porque es una película sobre los instintos de supervivencia y sobre cómo las personas reaccionan ante el trauma”, afirmó.
El miedo no es un obstáculo, es un incentivo
No solo fue el miedo al agua el que tuvo que enfrentar Stewart, sino también la molestia de ponerse por primera vez un traje sumergible, en un proceso que les tomaba de 15 a 20 minutos, tanto para entrar como para salir de él. “Definitivamente estoy reconociendo que estoy siendo dramática […] pero estaba llorando seriamente, atrapada en el traje, absolutamente lo odiaba […] ¡Eso, en sí mismo, es casi una noción traumática! No podía creer que le dije ‘sí’ a esto y luego pensar que teníamos que estar sumergidos en agua”, indicó Stewart.
Luego, la actriz añadió que enfrentar los miedos “es siempre un gran atractivo para mí, es una especie de requisito previo en un trabajo… ¡terror! A menos de que tenga miedo de algo, generalmente encuentro que no hay nada a lo que pueda llegar, ninguna razón para hacer la película”.
“Uno de los grandes atractivos fue hacer algo que fue muy difícil para mí y hay ciertas cosas que, como actor, no quieres fingir. No quiero pensar que realmente estoy en peligro de perder mi vida en una plataforma petrolífera bajo el agua, pero, al mismo tiempo, quería sentir esas cosas […] pensé que iba a ser divertido y resultó ser un verdadero infierno, ¡lo que realmente sirvió para la película!”, añadió Stewart, cuyo talento podremos disfrutar doblemente en cines a partir de este jueves.
Imágenes: Imdb.