Lo hinchas de ‘El infierno’ son los más ruidosos del mundo

La hinchada del Galatasaray nos pone la piel de gallina con su rugido de más de 130 decibeles.

El fuego turco del 'infierno' Foto: Galatali (Via: Flickr)

Bienvenidos al estadio del Galatasaray, Türk Telekom Arena, o como lo llaman sus hinchas: ‘el infierno’. La invasión del rojo (el color que identifica al equipo), las bengalas que parecen llamas en el aire, los 52.652 hinchas con la camiseta y su grito tan fuerte como para romper los oídos (literalmente), explican mejor que cualquier cosa las razones de este apodo.

El Galatasaray en estos días es uno de los centros de atención del mundo, pues no solo celebra la llegada de Didier Drogba a su equipo sino que rompió un récord: su hinchada junta grita tan duro que puede llegar a lastimar los oídos. El rugido alcanzó 131,76 decibeles.

Después de 90, los ruidos son suficientemente fuertes para hacer daños en un oído humano con en un tiempo de exposición considerable. En ese nivel se encuentran cosas como las alarmas, los cortacéspedes y los pitos de los carros. Incluso, los gritos de la barra superaron al concierto de The Who que tuvo lugar en Londres en 1976 y que es considerado como uno de los más ruidosos de la historia, después de alcanzar 126 decibeles.

¿No les da ganas de ir al estadio? Esta hinchada es una de las más populares del mundo, por el extremo fanatismo a su equipo. Si tienen alguna duda, vean este video en el que los mismos hinchas hacen un homenaje en 3D a su equipo.

http://www.youtube.com/watch?v=fynUtyW6Img

Se pone la piel de gallina. Cualquiera que vea fútbol y sea aficionado a algún equipo del mundo tiembla -así sea un poco- al ver en evidencia pura la sangre de los aficionados hervir de emoción. Se puede pensar que este es el único infierno al que cualquiera entraría contento. A gritar. Al rojo vivo.

Nicolás Rueda

Nicolás Rueda

Soy un desparchado. Amo los videojuegos, la filosofía, la música y la poesía. Estoy obsesionado con las personas que se pegan a las pantallas y me gusta ver a la gente montar en bicicleta cuando voy en bus. Mi educación desde niño hasta lo que soy hoy, se resume a un supernintendo y a intentar vivir cada día como si fuera un juego. Por eso estoy acá, en ENTER.CO, donde colisionan, inevitablemente, todas mis pasiones: La vida y la tecnología como una sola cosa.

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